Juego político muy peligroso

Juego político muy peligroso

El juego de “amagar y no dar” que mantiene el presidente Danilo Medina en torno a la pretendida reforma constitucional para reelegirse, y el papel de súper héroe constitucionalista de Leonel Fernández, mantienen al país en zozobra.
Al margen de las alegadas razones de uno y otro, subyace en ambos, la ambición de la gloria del poder en un país de instituciones subordinadas al Ejecutivo que viene a ser una especie de señor de horca y cuchillo.
Lo que empezó como una simple diferencia entre los seguidores de los líderes del PLD, se ha convertido en una lucha abierta y desenfrenada entre los legisladores y dirigentes de ambos bandos llegando a un punto de difícil reconciliación.
Los enfrentamientos que debieran darse a lo interno de la organización política en el poder, han desbordado esos ámbitos apoderándose del Congreso de la República acordonado militarmente cual si existiera un estado de sitio.
Las imágenes de tropas, carros de asalto, armas largas y tanquetas alrededor del referido edificio dejan mucho qué desear en un país que enfrenta una campaña contra nuestra imagen, alimentada por los lamentables decesos de varios turistas.
Si a esto sumamos el atentado a tiros en el que salió herido nuestra gloria deportiva David Ortiz y los recientes descubrimientos de pagos de millones de dólares a compañías señaladas como receptoras de sobornos de la Odebrecht por la adjudicación de las Plantas de Punta Catalina, es para preocuparse.
En definitiva, no salimos de un escándalo y lo peor es que quienes los propician, no se detienen a reflexionar un momento sobre el daño que hacen al país con sus ambiciones desmedidas de poder.

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