Heriberto Morrison 
Por cuarto año consecutivo serán celebrados del 17 al 20 del presente mes de marzo, los Juegos de la Mujer 2016, una de las iniciativas más acertadas del Ministerio de Deportes durante la actual administración, la cual se ha convertido en el primer clásico regional que promueve la equidad de género y oportunidades para el sexo femenino, tanto en el ámbito competitivo como en los puestos de dirección.
Este atractivo certamen, que se llevará a cabo a partir del jueves de la próxima semana en las instalaciones del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, que en cada nueva versión logra mejores resultados, en esta ocasión contará con la participación de más de 1,500 atletas de diez países, cifras superiores en ambos renglones. Todo está previsto para que la ciudadanía asista masivamente a esta actividad para el sano disfrute familiar, en una sociedad que avanza hacia nuevos senderos de progreso y óptimas relaciones con naciones hermanas.
Hay que resaltar la excelente coordinación de los trabajos del Comité Organizador, presidido por Cristina Lizardo, presidenta del Senado de la República, así como el respaldo del Comité Olímpico Dominicano, las federaciones deportivas y un pool de empresas con valiosos aportes.
El hecho de convertir a la República Dominicana en la plataforma por excelencia de este innovador acontecimiento del músculo y el espíritu, en el que cada vez asisten como invitados mayor número de países del área, constituye un loable e inspirador esfuerzo de la cartera del ramo, que tiene como fin último motivar en un futuro no lejano la realización de unas Olimpiadas de la Mujer a nivel global, una cara aspiración aunque no imposible de concretizar.
Desde los tiempos antiguos y durante una buena parte de la época contemporánea, las manifestaciones físico-deportivas eran casi exclusivas del sexo masculino. La problemática sobre la dominación de los hombres en estas prácticas esenciales para el desarrollo humano, todavía deja constancia de preocupación pese a reconocidos progresos en varias naciones todavía quedan vestigios de esa inequidad que no han sido superados.
La mujer hizo su primera aparición en unos Juegos Olímpicos en el año 1900 en París. Sin embargo, para los Juegos de Barcelona-1992, todavía 35 países participaron con equipos exclusivamente masculinos. En los penúltimos Juegos, los de Pekín-2008, participaron 6,294 hombres y 4,608 mujeres. En tanto que en los de Lóndres-2012, participaron 6,040 hombres y 4,823 mujeres.
Los primeros Juegos de la Mujer-denominados en sus tres primeras versiones como Festival Deportivo de Mujer-, fue realizado en marzo del 2013, con atletas criollas, una experiencia que sirvió para aquilatar sus perspectivas en lo participativo, técnico y organizativo.
La segunda justa se celebró en marzo del 2014 con un total de 1,163 competidoras en 19 disciplinas y con la participación de Cuba, Puerto Rico, Haití, Jamaica y los anfitriones de la República Dominicana. La tercera cita, celebrada en el 2015, significó un gran avance en lo competitivo, organizativo y social; intervinieron cerca de 1,500 atletas de Cuba, Puerto Rico, Panamá, Venezuela, Haití y los dueños de la casa en 21 disciplinas.
Este plausible accionar del Ministerio de Deportes también fue concebido en conexión con los lineamientos de la Estrategia Nacional de Desarrollo, la cual en su Eje 2, versa sobre la Igualdad de Derechos y Oportunidades, y el Plan Nacional de Desarrollo Deportivo formulado por el Ministerio de Deportes, que en uno de sus ejes centrales promueve la participación igualitaria de género y promoción de las mujeres en todos los niveles y etapas de la actividad física. Finalmente, hay que tomar en cuenta que este importante evento regional desde su nacimiento se realiza en la misma época del año en que se celebra el Día Internacional de la Mujer.
