Juegos Nacionales es el evento ideal para desarrollar nuevos talentos para los eventos internacionales

Juegos Nacionales es el evento ideal para desarrollar nuevos talentos para los eventos internacionales

Por JOSE CACERES
Al correrse hoy las cortinas para echar a rodar el montaje de los XIII Juegos Deportivos Nacionales de Monte Plata, se recuerda con orgullo que figuras prominentes del deporte dominicano, en los últimos 40 años, han desfilado su calidad por los diferentes escenarios deportivos.

El actual Secretario de Deportes, Felipe- Jey- Payano, participó en los Juegos Nacionales de La Vega 90 donde finalizó en segundo lugar en puntos representando su natal San Pedro de Macoris.

Payano encestó 68 puntos, tuvo promedio de 22.7 por partidos vistiendo la franela de San Pedro de Macoris.

En esos Juegos Nacionales tomaron acción en baloncesto, Héctor Gil, Evaristo Pérez, Eliezer Madrigal, Héctor Báez, Mauricio Espinal, Altagracia Zapata, Matilde Guerrero, Teresa Durán, Carmen Gómez, José Molina.

En boxeo accionaron el ex-campeón mundial de boxeo, Julio César Green, los ex-selecciones nacionales, Fausto Mercedes y Manuel Herrera.

En Tenis de Mesa accionaron el varias veces medallista Centroamericano y del Caribe, Juan Vila, hoy actual presidente de la Federación Dominicana de ese deporte, Francisco Boyero.

Los últimos Juegos Nacionales, Mao 97 y La Romana 2000 han sido las puntas de referencias en donde se ha producido un aumento del número de atletas a participar y se han ampliado las facilidades para los atletas, entrenadores, prensa.

Lo que dio un giro de 180 grados fue la alimentación con la incursión del maestro Mike Mercedes, en las últimas versiones.

l937: Los Primeros Juegos

La nación dominicana se apresta a celebrar desde el próximo 17 de febrero, los XIII Juegos Deportivos Nacionales, evento que ha concitado el interés de miles de dominicanos, principalmente los residentes en Monte Plata, Bayaguana, Yamasá y Sabana Grande de Boya, lugares donde se efectuarán las competencias.

Empero, son muchos los que no conocen el surgimiento histórico de estos certámenes, que durante esa época contribuyeron al desarrollo deportivo de decenas de atletas, lo cual ha acontecido a través de los años.

El nacimiento de estos Juegos Nacionales se remonta al 1937, bajo los primeros años del régimen de Rafael Leonidas Trujillo y estos primeros Juegos Olímpicos Nacionales  vieron su primera luz bajo el amparo de la ley 1272 erogada el 20 de marzo de 1937 y mediante el decreto 1842, expedido el 22 de marzo del mismo año.

Dicha disposición gubernamental designaba al señor Máximo Vázquez Gautier como Director General de los mismos, además dejaba establecida las reglamentaciones que regirían en dicho evento, que marcaba un hito en la historia deportiva del país.

Estos primeros juegos nacieron bajo el juramento de ´´ Juro ante Dios y el presidente Trujillo mantener mi condición de aficionado hasta que se celebren los próximos Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe´´.

La Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo,  (ACD) se convirtió en la institución que emprendió la primera gran empresa del deporte dominicano al organizar este primer ensayo, que fue celebrado del 16 al 22 de agosto de 1937. Esta jornada tuvo una insólita significación, pues trazó las pautas para el arranque y posterior futuro del Deporte Dominicano.

En este experimento inicial participaron cerca de 350 atletas, representando a diez provincias, accionando en las disciplinas de atletismo, baloncesto, béisbol, fútbol, y volibol. Las competencias fueron realizadas  en el estadio Olímpico, en ese entonces ubicado donde en la actualidad se encuentra el Hotel Hispaniola.

La apertura de la justa contó con una gran aceptación de público, el vicepresidente de la República, Jacinto B. Peynado pronunció el discurso inaugural, en cuya oratoria destacó que el estado, a partir de que un hombre de instrucción modesta, pero de cuerpo sano y carácter firme, rebosante de voluntad y espíritu de acción  vale más para la comunidad del pueblo que una intelectualidad enclenque.

Esta apertura se constituyó en un éxito extraordinario y fueron muchos los atletas de la época que tuvieron actuaciones deslumbrantes, siendo dignos de mencionar los inmortales del deporte dominicano, Enriquillo Sánchez, de la Vega y Jaime Capejón Díaz , del Distrito Nacional. Sánchez sobresalió con gran intensidad logrando dos medallas doradas y con ellos dar al traste con dos marcas centroamericanas y del caribe de la época en las modalidades de salto largo y salto alto, las cuales estaban en poder del cubano Norberto Virriel y el boricua Juan Luyanda. Ambos registros fueron alcanzados por ellos en los Terceros Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe celebrados en San Salvador en 1935.

El sobresaliente atleta triunfó en el salto largo con 6.68 metros para con ello quebrar la marca regional de Virriel, que era de 6.48 y en la final de salto largo se llevó la de Luyanda, quien  la poseía con 1.77.

Capejón Díaz, por su parte sobresalió en las pruebas de 200 , 110 con vallas, Pentatlón  y relevo 4 por 100, resumiendo su actuación en cuatro preseas doradas y una de plata. Además participó en las pruebas de salto largo, disco, bala y en la prueba de 1,500 metros.

Otros desempeños destacados en el aspecto individual en esa primera versión fueron las de Martín González, Enrique Veloz, Juan Gautreaux, Rialo Alvarez, así como el doctor Manuel Sánchez Acosta. En el aspecto colectivo, El Distrito Nacional alcanzó los máximos honores, sin embargo tuvo en la representación olímpica de la Vega a un digno rival. Los del Distrito alcanzaron en total 23 puntos, mientras que los veganos lograron 21. La tercera posición correspondió al Ejército Nacional que alcanzó 17, mientras que la provincia Duarte ocupó el cuarto puesto con 11 puntos, en tanto las provincias Trujillo y Espaillat quedaron en el quinto lugar con 10 puntos cada una.

Estos primeros Juegos Olímpicos encendieron la chispa del entusiasmo y el interés para la práctica del Deporte, asimismo se adquirió mayor conciencia competitiva, logro que se puso de manifiesto en los Quintos Juegos Centroamericanos y del caribe celebrados en Baranquilla, Colombia en 1946, donde el boxeo y el voleibol dominicano coparon los máximos honores, mientras que el béisbol ocupó la segunda posición.

Espera de 31 años

Al transcurrir 31 años de haber acontecido el primer experimento, finalmente en 1968 se logra la celebración de los II Juegos Deportivos Nacionales, montaje que obedeció a una inquietud generalizada de varios propulsores del deporte , la cual venía manifestándose desde 1966.

El régimen de Rafael Leonidas Trujillo se había tornado cada vez más difícil, no había espacio para pensar en celebrar una segunda versión con todo y que en 1946, el país había logrado una brillante actuación  en los V Juegos Centroamericanos y del Caribe, de Barranquilla Colombia y en 1955 había conquistado la presea de oro en béisbol, en los II Juegos Panamericanos.

Sin embargo, no todo era ´´color de rosa´´ el deporte dominicano, cuya pobreza desarrollista y competitiva se había manifestado en los X Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrado en Puerto Rico, que hizo ver la necesidad de que se pusiera en práctica acciones elementales de progreso como serian la celebración del magno evento. 

La apertura del evento finalmente fue realizada el 14 de septiembre a las cinco de la tarde, el patrono de los Juegos Nacionales de 1968, el doctor Joaquín Balaguer encabezó el ceremonial, que fue celebrado en el estadio Quisqueya, fue algo tradicional, sin grandes lujos, que incluyó una exhibición de bailes folklóricos. Rafael Acosta Núñez entró portando la antorcha olímpica. Veras Gómez tuvo a su cargo el discurso y el atleta Manuel Ramírez, de San Cristóbal tuvo el juramento deportivo.

Los IV JN de SFM 1979

Al acoger los IV Juegos Deportivos Nacionales del 5 al 12 de diciembre de 1979, San Francisco de Macorís inauguró una nueva etapa de la fiesta atlética de la República Dominicana, porque le dio un giro significativo en varios renglones que jamás tuvieron las tres versiones previas.

Cuando a las 6:30 de la flamante tarde del 5 de diciembre, el lanzador zurdo Rafael -Faíto- Ramos entró con antorcha en mano al repleto estadio Julián Javier, escoltado por la volibolista Magnolia Concepción y el atleta Rafael Guaroa, más las palabras inaugurales por el presidente Antonio Guzmán Fernández, los Juegos Nacionales entraban por primera vez a una periodicidad de celebrarse cada dos años.

Treinta y un años mediaron entre la primera celebración en 1937 y la segundo de 1968, y nueve entre ésta y la de 1977. Las tres tuvieron como nido a Santo Domingo. Lo anterior deja en evidencia que la provincia Duarte fue la puerta de entrada de los Juegos al interior y se mantiene sin retorno a la Capital, luego de nueve capítulos, incluido el que abrirá Monte Plata del 17 al 24 de este mes.

Otro aspecto que signa a la Capital del Nordeste como una versión especial, es que inició la etapa de construcción de estructuras para albergar los Juegos, como fue el polideportivo techado, pista de atletismo con cancha de fútbol, campo de tiro y canchas de tenis, más un complejo habitacional que sirvió de Villa y que luego el Gobierno utilizó en sus planes sociales. Estos elementos sirvieron de espejo a las futuras sedes, que aprovechan aún los Juegos para agenciarse instalaciones y viviendas.

Inconvenientes antes y durante

A parte de que un sector del olimpismo se oponía a que los Juegos fueran al interior, el proceso organizativo estuvo matizado por encontronazos entre este y el sector oficial por la paternidad de los mismos, lo cual llenó de incertidumbre el camino de la celebración, a tal punto, que la fecha de inicio se pospuso tres veces, una de ellas por el huracán David. El hecho de que el secretario de Deportes de entonces, Jesús de la Rosa, fue quien presidió el Comité Organizador y que el discurso del Comité Olímpico en la apertura lo pronunció su primer vicepresidente, Joselín Rodríguez Conde (nativo de San Francisco y con influencias en el Gobierno del PRD), dan una idea de cuán agitada fue la marcha hacia el montaje.

Serias perturbaciones se vivieron al inicio con el alojamiento, pues se planificó la Villa para albergar 1,200 atletas y personal técnico, pero el número de asistentes alcanzó las 5,000 personas y se necesitó gran esfuerzo para solucionar el problema. Por la misma razón hubo inconvenientes con la alimentación, a pesar de que fue de buena calidad, preparada por el reconocido chef Mike Mercedes y servida en los Comedores Económicos.

En el año l979 se celebraron los V Juegos Deportivos Nacionales en San Francisco de Macoris, siendo el titular de Deportes, licenciado Jesús de la Rosa, quien imprimió nuevo dimanismo al certamen deportivo

En el l981, la contienda se trasladó a la región Sur donde tuvo como escenario un moderno complejo deportivo para la época levantado por el gobierno del presidente Antonio Guzmán.

VI San Pedro 83

Los VI Juegos Deportivos Nacionales en San Pedro de Macorís serán recordados por una gran organización, la herencia de un buen complejo deportivo construido a muy bajo costo, así como por el éxito en las competencias atléticas.

Una sede que le fue asignada por el presidente Antonio Guzmán Fernández la misma tarde en que dejó inaugurada la V versión en 1981 en Barahona y que cumplió el Gobierno de Salvador Jorge Blanco entre el 3 y 10 de diciembre de 1983, se hizo con un récord para entonces de 2,323 atletas, de los que 687 fueron damas, más 487 oficiales, para un total de 2,810 personas que formaron las delegaciones de ocho regiones. 

Por primera vez, el Gobierno puso en manos de la SEDEFIR la ejecución y supervisión de las obras, cuyos diseños, planos y presupuestos fueron elaborados por esta. En medio de la crisis económica de la denominada “década perdida” de América Latina, de la que no escapó Dominicana, con un manejo escrupuloso de los pocos recursos disponibles, la Secretaría levantó un amplio complejo deportivo con apenas unos 6.0 millones de pesos.

El complejo consiste en polideportivo o palacio de deportes para baloncesto y voleibol y áreas para práctica simultánea de boxeo, karate, judo y otras, estadio olímpico con pista de atletismo (de tierra) y campo de fútbol, un pabellón de gimnasia, estadio y campo de béisbol, estadio y campo de softbol, canchas de tenis, canchas mixtas y la verja perimetral. También se remodeló el coliseo de boxeo Pepe Mallén, se hizo un campo de tiro, se acondicionaron canchas y campos de béisbol y softbol en ingenios, clubes y comunidades de esa y otras provincias.

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