POR KENNEDY VARGAS
La segunda participación de República Dominicana en Juegos Olímpicos se registró en el año de 1968, evento que tuvo como escenario la ciudad de México, para la que se conformó una delegación integrada por 50 personas.

En esa ocasión asistieron las disciplinas de atletismo, boxeo, ciclismo, levantamiento de pesas, lucha olímpica, tiro y clavados, grupo encabezado por el fenecido dirigente olímpico Juan Ulises García Saleta.

El atletismo tuvo como delegado a Papo Germes y a los entrenadores Danilo Aquino y Capejón Díaz. Todos los integrantes del equipo de atletismo fueron eliminados en su primera jornada. Alberto Torres de la Mota (El Gringo), quien asistió a sus segundos juegos hizo un tiempo de 10.7 en los 100 metros planos y 21.9 en los 200.

Porfirio Veras Mercedes (Popo) fue eliminado en los 100 y 200 metros planos luego de registrar un tiempo de 10.5 y 2.15 respectivamente.

José L Oficcial logró hacer un tiempo de 47.9 en los 40 metros y 1:55:6 en los 800. Miguel Núñez en los 1,500 logró un registró 4:23:6. Radhames Mora hizo un tiempo de 16.8 en los 110 metros con vallas.

En la modalidad de relevo 4×100 integrada por Luis Soriano, Veras Mercedes, Torres de la Mota y Rafael Domínguez, hicieron un tiempo de 41.4 segundos. Mientras que en los 4×400 con Rolando Gómez, L Oficcial, Mora y David Soriano, lograron detener el reloj en 3:19:4.

La disciplina de boxeo, que tuvo como delegado a Manuel de Jesús Puello y a Julito López como entrenador, llevaron como peleadores a Ignacio Espinal, Martín Cuello y a Porfirio Donato Cartagena.

Espinal en el peso mosca no se presentó al pesaje, el ligero Martín Cuello, fue derrotado por el venezolano Alberto Mendoza por la vía del nocaut en el tercer asalto y Donato Cartagena en el peso welter, también sucumbió por RSC ante un boxeador de nacionalidad canadiense.

En la disciplina de clavado asistió el atleta Salvador Pérez en trampolín de tres metros y ocupo el lugar número 29, como delegado asistió Luis Ravelo Alfau.

En ciclismo asistió Luis Lean, quien no pudo competir en los 100 kilómetros individuales, afectado por la altura. Como delegado estuvo Rafael Antonio Rodríguez.

La disciplina de levantamiento de  pesas incluyó a Adriano Hernández como delegado, en el peso pluma asistió Ramón Silfa, Eliseo Pérez y Pisandro Miniño.

Silfa, quien compitió en el peso pluma, terminó en el lugar numero 21 de 28 competidores. Pérez concluyó en la posición 22 de 26 participantes. Mientras que Miniño no se presentó a las competencias.

La delegación de lucha olímpica fue integrada por Edgar Dourther, como delegado y los atletas José Eugenio Defrán y Onésimo Rufino Gómez.

Defrán perdió su primer compromiso por toque en 1.55 de un representente de Irlanda, mientras que en su segundo combate cayó ante R. Sanders de los Estados Unidos.

Mientras que Gómez perdió sus dos compromisos, el primero ante el representante de Corea y el segundo ante un japones.

La delegación también estuvo conformada por cinco miembros del equipo nacional de tiro. En la modalidad de fosa participó Domingo Lorenzo Conde, quien logró 124 puntos para ocupar numero 55. En skeet compitió Riad Yunes, quien finalizó en la posición 48, con un total de 170 puntos.

Agustin Santana, quien asistió como atleta y delegado a la vez, finalizó en el lugar 52, mientras que David Carrasco no pudo competir debido a la altura.

Con esa pobre demostración realizada por completo, dejó claro el atraso de la República Dominicana en el orden atlético en el deporte de alto rendimiento.

La capital mexicana tampoco escapó a una serie de acontecimientos que se registraron meses antes de la fecha de inauguración de los XIX Olímpicos.

Como fue la muerte del líder antisegregacionista Martín Luther King. Un mes más tarde estallaba en París la llamada revolución estudiantil de mayo. En junio, moría también asesinado el candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Robert Kennedy. En agosto era Checoslovaquia la que sentía en sus carnes toda la crudeza de la fuerza bruta: las tropas del Pacto de Varsovia ahogaban su primavera. A todo esto, el suceso más duro para los Juegos fue sin duda la matanza de estudiantes mejicanos en la Plaza de las Tres Culturas apenas dos semanas antes de iniciarse el evento. Alrededor de 300 personas murieron ante la desproporcionada represión del ejército. Después, ya en plenos Juegos, llegó la reivindicación de los negros estadounidenses, que apostaban por la igualdad de derechos entre los ciudadanos del país más avanzado del mundo. En la ceremonia de entrega de medallas en la prueba de 200 metros, el campeón, Tommie Smith, y el tercero, John Carlos, aparecieron vestidos completamente de negro, con un guante de este color en una mano y las zapatillas deportivas en otra. Esta actitud les valió ser expulsados de la villa olímpica. Otros compañeros hicieron lo mismo, aunque de una forma menos ostentorea, como una de las integrantes del relevo femenino del 4×100. De las quince medallas conseguidas por Estados Unidos en atletismo masculino diez de ellas las ganaron atletas de color. Por otro lado, los registros atléticos de México»68 se resintieron bastante, sobre todo en las pruebas de fondo y medio fondo. La altitud de la capital mejicana, a más de 2.200 metros sobre el nivel del mar, impidió mejores marcas en las carreras más duras. No fue así en los concursos y pruebas de velocidad.