Juegos Olímpicos, Xenofobia y Educación

Juegos Olímpicos, Xenofobia y Educación

Un Déjà vu: una experiencia que se siente como si se hubiera vivido previamente.

En el año 2016, Luisito Pie ganó la medalla de bronce en Taekwondo durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. En el 2021, cinco años después, Zacarias Bonnat ganó la medalla de plata durante Tokio 2020. Luisito Pie es un atleta dominicano de ascendencia haitiana al igual que Zacarias Bonnat. Ambos nacieron en Bayaguana, provincia Monte Plata. Son amigos desde su infancia. Con sus triunfos olímpicos, han recibido el aplauso y el reconocimiento del pueblo dominicano. Sin embargo, sus medallas no han estado exentas de controversia. Ambos atletas recibieron por parte de los sectores conservadores y ultranacionalistas comentarios negativos de corte xenofobo debido a sus raíces.

La lucha contra el racismo, la discriminación, la xenofobia y la intolerancia es uno de los retos ineludibles de la Sociedad dominicana. El brote de comentarios de corte xenófobo y discriminatorio cuestionando la nacionalidad tanto de Luisito Pie como de Zacarias Bonnat es un recordatorio latente de una problemática social que requiere atención inmediata.

Constituye un gran reto desterrar las concepciones, prejuicios y actitudes de corte xenófono antihaitiano del imaginario dominicano. En ese sentido, la escuela dominicana tanto pública como privada está llamada a jugar un rol estelar propiciando reflexiones sobre la relevancia de la diversidad, la equidad, la inclusión y la justicia social. Ninguna persona merece ser tratada como un ciudadano de quinta categoría. Nadie debería sentirse menos que otro por su origen. Es imprescindible aprender a vernos como interdependientes, iguales y libres.

Uno de los compromisos centrales del Pacto para la Reforma Educativa 2030 es la calidad de la educación. La buena educación y de calidad pasa por llevar a las aulas como parte complementaria del currículo casos como el de Luisito Pie y Zacarias Bonnat para producir diálogos constructivos que traigan aprendizajes significativos; debates que fomenten el pensamiento lógico-crítico, la convivencia pacífica, la resolución de conflictos y el entendimiento que una condición sine qua non de una verdadera Sociedad democrática es el respeto a las diferencias.

Según la Encuesta Nacional de Inmigrantes 2017, en la República Dominicana hay unos 253,255 niños de padres haitianos. Niñas y niños similares a los que fueron Luisito Pie y Zacarias Bonnat. Estas niñas y niños no tienen otro país que no sea la República Dominicana. Son parte fundamental de nuestra niñez y merecen todo el respaldo posible para que crezcan en dignidad, sin sufrir vejaciones por su origen o color.

Hace unos años atrás Zacarías Bonnat le preguntó a Luisito Pie: hermano, ¿cómo manejas los comentarios racistas y discriminatorios? Luisito le respondió: al principio me afectaron mucho; pero luego entendí que el pensamiento errado de unos cuantos no me puede alejar del amor de muchos.

Espero tener otro Déjà vu en París 2024 donde nuestros atletas dominicanos de ascendencia haitiana vuelvan a poner en alto la enseña tricolor; esto a pesar de las voces xenófobas y agoreras. 

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