MIAMI.  AFP.  Un juez federal estadounidense ordenó ayer que el ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega no sea extraditado a Francia –que quiere juzgarlo por lavado de dinero– hasta que no se extingan las instancias de apelación de que dispone en la Corte Suprema de Estados Unidos.

 El juez federal Paul Huck dijo que Noriega tiene derecho a apelar una autorización dada por la justicia para su extradición y recurrir a un tribunal de apelaciones en Atlanta (Georgia, sur) –que corresponde por jurisdicción–, y luego, de ser necesario, a la instancia máxima en la Corte Suprema.

 Esta decisión del magistrado puede extender por meses o años el proceso de extradición del ex presidente panameño de 73 años, que cumplió en septiembre una condena de 17 años en Estados Unidos por narcotráfico pero continúa preso en Miami a la espera de que se defina su entrega o no a Francia.  La defensa reclamó que el ex general es un prisionero de guerra capturado durante la invasión de Estados Unidos a Panamá en 1990.