Juez Díaz Filpo dicta conferencia y resalta papel de azuanos en las luchas libertarias

Juez Díaz Filpo dicta conferencia y resalta papel de azuanos en las luchas libertarias

Los jueces del Pleno del Tribunal Constitucional de la República Dominicana se presentaron ante los ciudadanos de los municipios de la provincia de Azua, en el Sur de la República Dominicana, como parte de su intercambio con los diferentes sectores públicos y privados, actividad en la que el magistrado Rafael Díaz Filpo dictó la conferencia “Azua y la Constitución Dominicana”.

La presentación fue encabezada por los magistrados Milton Ray Guevara, presidente de la alta corte y los miembros del Pleno Leyda Margarita Piña Medrano, primera sustituta del presidente; Víctor Gómez Bergés, Hermógenes Acosta de los Santos, Justo Pedro Castellanos Khoury, Jottin Cury David, Wilson Gómez Ramírez, Idelfonso Reyes y Rafael Díaz Filpo, además del secretario Julio José Rojas Báez.

El padre Duván López, párroco de la Iglesia El Buen Pastor tuvo a su cargo la invocación al Señor, en presencia de más de 700 ciudadanos de Azua, entre ellos el senador Rafael Calderón, el procurador fiscal Dante Castillo y otras autoridades provinciales, municipales e invitados especiales. Es la segunda presentación del año de los jueces del TC, la primera fue en La Romana.

Los jueces fueron reconocidos por la Alcaldía Municipal que los declaró “Huéspedes Distinguidos de la Ciudad de Azua” y al magistrado Díaz Filpo “Hijo Meritorio”, la filial del Colegio de Notarios, el Procurador Fiscal, magistrado Dante Castillo y las fundaciones Avance para el Desarrollo y del Futuro.

El magistrado Díaz Filpo fue reconocido por la Gobernación Provincial que encabeza Luís Vargas, la Asociación Dominicana de Profesores que lidera Víctor Araújo y el Colegio de Abogados, con Alex Merán a la cabeza.

En su conferencia, el magistrado Díaz Filpo destacó la participación de los azuanos en las luchas por la independencia nacional y, de manera especial, su desempeño en la historia de la Constitución de 1844, el acta de nacimiento de la República Dominicana.

Recordó que en julio del 1844, el general Pedro Santana se convirtió, a la fuerza, en presidente de la Junta Central Gubernativa. El día 24 de ese mismo mes, la Junta dictó un decreto que convocó a las asambleas electorales en cada pueblo, a fin de elegir los representantes de la Asamblea Constituyente, a quienes se les otorgó el título de diputados.

Agregó que los escogidos habrían de redactar la nueva Constitución de la República. Azua, como cabeza de departamento, eligió a dos representantes: Vicente Mancebo y Buenaventura Báez.

Las principales obligaciones del Congreso Constituyente eran redactar el Pacto Fundamental de la Republica y elegir el primer Ejecutivo para que iniciase sus labores el 20 de septiembre de 1844.

Expuso que una comisión integrada por Mancebo, Báez, Manuel María Valencia, Julián de Aponte y Andrés Rosón, preparó el programa de la Constitución y presentó el proyecto el 22 de octubre. Los dos representantes de Azua estaban en la comisión.

El magistrado Díaz Filpo explicó que Vicente Mancebo sacó el mejor provecho, dada la experiencia que había obtenido en la redacción de la Constitución española de 1812, así como del Acta Constitutiva de 1821 redactada junto a José Núñez de Cáceres.

Recordó que Báez fue elegido para ser miembro de la Asamblea Constituyente de Haití del año 1843, la que en su momento se convirtió en la escuela de varios de los constituyentes del naciente Estado dominicano. El historiador haitiano Thomás Madiou dijo que Buenaventura Báez era la voz más trascendental de la referida asamblea.

“Como se advierte, Buenaventura Báez, como muchos de nuestros hombres públicos, tuvo sus luces y sombras, pero en cualquiera de los casos, corresponde a la historia valorar qué pesa más en la vida de cada uno de ellos”, manifestó Díaz Filpo.

Indicó que hay que destacar los aportes de este representante azuano en la elaboración de la Constitución de 1844 y que la valerosa actitud de Buenaventura Báez en el Congreso Constituyente de San Cristóbal fue inspirada en los altos principios del derecho como en la memorable Constituyente haitiana de 1843.

“En ambas ocasiones fue un digno representante de Azua. Abogó por las más avanzadas normas de la democracia, quiso darle un impulso civilizador a la adormecida vida dominicana, intervino en los trabajos legislativos y se opuso enérgicamente a las fuerzas extrañas desencadenadas contra la Asamblea Constituyente”, apuntó.

A su juicio, en el Congreso de San Cristóbal no hubo persona que prestara una mejor contribución cívica que la ofrecida por Báez, quien leyó, en la sesión del 28 de septiembre de 1844, el patriótico informe contra el oneroso empréstito ofrecido a la República por el banquero Hendrick.

Afirmó que en la ocasión, pronunció, en defensa de la Constituyente y en abierta oposición a los desmanes de la Junta Central Gubernativa, su altivo discurso en pro de las prerrogativas de los legisladores, consagradas en ese mismo día en la declaración de inviolabilidad de los miembros del Congreso y perteneció  a la comisión encargada de preparar el proyecto de Constitución, de la que fue su principal o uno de los principales redactores.

Resaltó que representantes azuanos han presidido en diez oportunidades la Asamblea Nacional y el Senado de la República y en cuatro ocasiones, la vicepresidencia de la Asamblea Nacional y la presidencia de la Cámara de Diputados.

Al final de la presentación, luego de los reconocimientos al Pleno del TC y al magistrado Díaz Filpo, el presidente Ray Guevara entregó publicaciones de la alta corte a los representantes de las autoridades provinciales y municipales, además de algunos invitados especiales.

 

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