El miembro titular de la Junta central Electoral (JCE), César Féliz y Féliz, afirmó ayer que las observaciones  hechas por el consorcio RSM-BEPAM que auditó el contrato JCE-Somo, carecen de fundamento y en algunos casos caen en el campo de la especulación.

Féliz y Féliz, quien es miembro de la comisión designada por el pleno de la JCE para darle seguimiento al experticio, dijo que en su tercer informe la firma de auditores no da respuestas precisas a los aspectos que le fueron encomendados para auditar.

En un documento en el que explica con detalles cada uno de los cuestionamientos que hace la firma de auditores al proyecto Somo,  Féliz  y Féliz los exhorta a presentar la “verdad”, y “no confirmar teorías o validar presunciones de ideas que no pueden ser demostradas”.

 Féliz y Féliz recordó que el objeto de la auditoría era investigar y aclarar una serie de denuncias y cuestionamientos a aspectos puntuales del contrato JCE-Somo, entre ellos, la supuesta manufacturación e inutilidad de los equipos, violación a los términos de referencia para favorecer a Somo, que se pagó una factura sin haberse recibido los equipos, y que el contrato fue elaborado sin hacerse una evaluación previa de las necesidades reales de implementación del proyecto.

“En consecuencia, al presentar su informe, el consorcio auditor está en la obligación de dar una respuesta precisa a cada uno de esos aspectos planteados, y en el caso que nos ocupa, los referentes a los equipos y a la supuesta violación de los términos de referencia, no han cumplido con la presentación de este informe”, señala el documento copia del  cual obtuvo HOY.

Agrega que el informe  luce “repetitivo y contradictorio”, y pidió a los auditores un informe sustentado en  pruebas.

Zoom

La auditoría

El informe de auditoría revela, entre otras cosas,  que debido a la falta de documentación y control por parte de la administración de la JCE,   no se pudo realizar un inventario íntegro de los activos tecnológicos entregados por Somo, ni comprobar  la necesidad del proyecto de automatización; que en el proceso de licitación no se consideraron algunos procesos de control, ni se generaron compromisos reales en cuanto al cumplimiento de los términos de referencia en la obtención del financiamiento, y además  se sustituyó el software.