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SANTIAGO (AFP) – El ex presidente peruano Alberto Fujimori seguirá detenido en Chile luego de que el juez Orlando Álvarez le negara este martes la libertad provisional, mientras que el gobierno peruano prepara el pedido para su extradición. Fujimori, de 67 de años, que enfrenta en su país numerosas denuncias por asesinatos, desapariciones forzadas y corrupción durante su gobierno (1990-2000), había solicitado su excarcelación el lunes tras ser detenido preventivamente en horas de la madrugada en la capital chilena.
Pero el juez Alvarez estimó que la «detención preventiva» que pidió el gobierno peruano del presidente Alejandro Toledo debe continuar hasta que lleguen a su tribunal los antecedentes complementarios que fundamentarán un pedido formal de extradición al país vecino.
El magistrado explicó que en su resolución consideró el tratado de extradición que Chile y Perú firmaron en 1932 y las nuevas normas del Código Procesal Penal, que contemplan la «detención preventiva, que tiene características muy especiales».
El propósito de mantener el arresto de Fujimori es «dar un plazo al país requirente para que presente su solicitud de extradición», que puede extenderse hasta 60 días, según indicó el juez.
El abogado chileno Juan Carlos Osorio y el jurista peruano César Nakasaki, encargados de la defensa de Fujimori, pueden recurrir a la Corte Suprema para insistir en la excarcelación.
«La justicia chilena ha demostrado en diversos casos ser imparcial», señaló Nakasaki al llegar desde Lima a Santiago a primera hora del martes.
Entretanto el canciller peruano, Oscar Maúrtua, en declaraciones desde Lima a una radioemisora de Quito, dijo sobre el pedido de extradición de Fujimori que «estamos debidamente orientados a salir adelante en esta causa, que es tan importante para Perú, para la comunidad internacional».
Fuentes judiciales explicaron a la AFP que el proceso será «abreviado» y podría concluir antes de fines de año, en función de las nuevas normas procesales vigentes en Chile desde hace cinco meses.
Esa rapidez coincide con los deseos del gobierno del presidente Ricardo Lagos, que no quiere ver un nuevo elemento que agrave el momento de mayor tensión diplomática de los últimos años con Perú por la demarcación de la frontera marítima entre ambos países.
Perú puso en vigor el sábado una ley sobre las «líneas de base» de su dominio marítimo, que desde el punto de vista chileno desplazaría hacia el sur el límite peruano para ocupar 35.000 km cuadrados de mar territorial sobre el que Chile ejerce soberanía.
El ex gobernante recibió este martes la visita de ex colaboradores en la celda que ocupa en la Academia de Oficiales Penitenciarios, hasta donde también llegó un pequeño grupo de refugiados peruanos en Chile, que anunciaron querellas judiciales contra Fujimori por las torturas que algunos de ellos sufrieron bajo su administración.
«Se van a presentar querellas por el tema de la tortura», dijo Rodolfo Noriega, representante de los refugiados.
La migración desde Perú hacia Chile se intensificó durante el gobierno de Fujimori, por factores políticos y económicos, y en la actualidad se refleja en una comunidad de 80.000 peruanos residentes en Santiago y otras ciudades, según informes oficiales.
La celda de Fujimori en la Academia de Oficiales Penitenciarios, al sur de Santiago, contrasta con las lujosas dependencias del Hotel Marriott donde se instaló la tarde del domingo para planificar su regreso al Perú y lanzar su candidatura a la presidencia, en las elecciones del próximo 9 de abril.
Ahora Fujimori permanece en una pequeña habitación de 9 metros cuadrados, con una cama, un mueble para guardar su ropa, un receptor de radio y un televisor, indicaron fuentes de la Gendarmería.
Habituado a difundir mensajes en imágenes de video y textos desde su página Web mientras vivió refugiado en Japón durante los últimos cinco años, el ex mandatario no cuenta en la prisión con un computador ni servicios de Internet.
