Sobre los casos de indisciplina y acciones reñidas con el desempeño transparente de sus funciones que se imputan a determinados jueces, el doctor Wilson Gómez, magistrado del Tribunal Constitucional (TC), dijo ayer que el país tiene que ponerle fin a la impunidad mediante sanciones ejemplares a los que infringen las leyes, sin tomar en cuenta su jerarquía o posición en la sociedad.

“Aún en el límite que nuestra condición de juez nos impone, como parte de la sociedad entiendo que esto mueve a reflexión”.

Señaló que es necesario que haya un régimen de consecuencia, a fin de que cada servidor público asuma un comportamiento recto y serio.

Tras afirmar que corresponde a la autoridad contrarrestar cualquier mala conducta, Gómez destacó que siempre habrá que librar el debido proceso.

Aseguró que las autoridades tienen que garantizar que ese proceso sea cónsono con la Constitución, con los derechos fundamentales y con las leyes.

“Ahora, lo que yo entiendo es que el país tiene que ponerle fin a la impunidad. Debe haber consecuencias”, subrayó Gómez, quien cree que “estos casos deben ser enfrentados con sanciones ejemplarizadoras”.

Consideró que en ningún momento los servidores del Estado deben desvincularse de sus funciones.

Indicó que cuando se violan normativas y leyes en el desempeño de las funciones públicas, no se cumple con el propósito de un Estado de derecho.En todo caso, dijo,

debe haber un esfuerzo orientado a que la sociedad cuente con una vida absolutamente digna. “Creo que toda persona, juez o no, empleado público o no que infrinja disposiciones que tengan que ver con el orden público, tiene que recibir las sanciones más categóricas”.

Afirmó que si esos magistrados incumplieron, ahí están las leyes y los procedimientos para conocer los casos, depende de sus propias circunstancias.