Jueza impide a Trump permitir la exploración petrolera del Ártico y Atlántico   

Jueza impide a Trump permitir la exploración petrolera del Ártico y Atlántico   

Fuente externa

Una jueza de Alaska bloqueó el viernes por la noche una iniciativa del presidente de EE.UU., Donald Trump, para permitir las exploraciones de petróleo y gas en los océanos Ártico y el Atlántico, en lo que supone una victoria para los ecologistas que se habían opuesto a la medida.

En una orden judicial, a la que accedió hoy Efe, la magistrada Sharon Gleason consideró “ilegal” el intento de Trump para permitir la perforación de unas 50,6 millones de hectáreas, entre las que se incluyen dos gélidos mares del océano Ártico- el de Marzo de Beaufort y el de Chukotka, donde viven los indígenas chucotos.

La decisión de la magistrada deja intacta una política que había adoptado en 2015 el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama, para proteger esas zonas de gran valor ecológico.

La jueza Gleason dijo que las prohibiciones de Obama “seguirán estando vigentes hasta que el Congreso las revoque” y consideró que, en su intento por permitir las perforaciones, Trump había “excedido las competencias que le otorga la Presidencia” bajo una ley de 1953 para las exploraciones de gas y petróleo.

En concreto, según la magistrada, esa ley establece que los presidentes tienen poder para decidir que no se pueden perforar algunas zonas, como hizo Obama; pero solo el Congreso tiene capacidad para autorizar esas exploraciones en busca de gas y petróleo.  

Por eso, la magistrada afirma que Trump necesita el respaldo del Congreso para sacar adelante esa medida y subastar los derechos de perforación entre las grandes petroleras.

El fallo es una derrota tanto para el presidente como para las compañías petroleras que durante años han soñado con la exploración de gas y petróleo en las aguas del Ártico, que esconden unos 30.000 millones de barriles de petróleo recuperables, de acuerdo a los cálculos del Servicio Geológico de EE.UU.

Grupos ecologistas, como Sierra Club, celebraron el fallo y esperaron que sirva como lección para Trump.   “Una vez más, las cortes le recuerdan a Donald Trump que no está por encima de la ley y que no puede vender la tierra y el agua de los estadounidenses sin importarle el clima o la opinión pública.

Seguiremos luchando contra esta agenda destructiva y a favor de la contaminación”, prometió Lena Moffitt, directora de la campaña de Sierra Club sobre este asunto.

La sentencia no es definitiva y el Gobierno de Trump podría apelarla ante el tribunal de apelaciones del Noveno Circuito, con competencia sobre los fallos de Alaska y otros estados.