POR TANIA HIDALGO
La jueza de la Quinta Sala Penal del Distrito Nacional, Esther Agelán Casasnovas, ordenó ayer que el ex presidente Hipólito Mejía testifique el próximo sábado 21 a las 10:00 de la mañana en el juicio que por difamación e injuria al senador Hernani Salazar se  sigue contra el doctor Marino Vinicio (Vincho) Castillo Rodríguez.

Mejía deberá comparecer porque es la prueba número uno y testigo a descargo de la defensa del imputado, decidió Agelán Casasnovas.

La jueza pospuso la audiencia para el próximo sábado 21.

Anteayer Mejía envió una comunicación a la jueza Agelán Casasnovas en la que informó que desistió de presentarse a la audiencia porque nada tiene que aportar como testigo. Asimismo, el ex procurador general Virgilio Bello Rosa anteayer dijo que esperaba que la audiencia de ayer fuera pospuesta para continuar mediando entre Salazar y Castillo Rodríguez, porque entiende que el juicio no beneficiará a ninguna de las partes. Bello Rosa fue procurador en la administración de Mejía y actualmente es candidato a la presidencia del opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Castillo Rodríguez en cambio es presidente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP) uno de los aliados del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Asimismo, en la audiencia de ayer la jueza Agelán Casasnovas reiteró citación para los demás testigos de descargo entre los que están el ex secretario de las Fuerzas Armadas, general José Miguel Soto Jiménez; el ex jefe de la Fuerza Aérea, general Virgilio Sierra Pérez; el ex secretario de Deportes, César Cedeño y José Joaquín Puello, quienes comparecieron al tribunal.

De igual manera, Casasnovas dispuso que deberán presentarse a la audiencia del sábado los testigos que ayer no se presentaron.

La juez acogió el pedido de los abogados de la defensa, encabezada por los doctores Vinicio y Juárez Castillo Semán, hijos del demandado Castillo Rodríguez, y Antonio Delgado, quienes pidieron suspender el proceso porque estiman que debería comenzar con el testimonio de Mejía, al que definieron como testigo de «primerísimo orden» por su abierta relación tanto con Salazar como con Bladimir García, un dominicano arrestado en febrero en Estados Unidos para ser juzgado por narcotráfico.

Salazar demandó a Castillo Rodríguez por RD$100 millones porque entiende que lo difamó e injurió al vincularlo con el ex capitán del Ejército, Quirino Ernesto Paulino Castillo, y con García, ambos presos en Nueva York y juzgados por narcotráfico.

Juárez Castillo Semán mostró un ejemplar de la revista Ritmo Social, en la que aparece Mejía junto a García, así como la edición de ayer del Listín Diario, en cuya portada ambos figuran con una copa de vino brindando. 

«Para la defensa de Vincho Castillo, la presencia de Hipólito Mejía es indispensable, no sólo por las evidencias fotográficas que se han expuesto, sino porque el ex mandatario le dio a este señor (Bladimir) contratos de decenas de millones de dólares, en el área bajo responsabilidad de Hernani Salazar, como es el caso de la supervisión y construcción de los (edificios) multiusos», dijo Castillo Semán.

Añadió que es importante indagar las circunstancias en que el ex presidente Mejía, violando un contrato, un concurso internacional que una empresa había ganado «rompió ese contrato y le otorgó más de US$23 millones a ese narcotraficante que está en Nueva York y lo puso a supervisar obras que eran responsabilidad de Salazar».

Además, en una intervención, Castillo Rodríguez dijo que la tesis que propone Mejía en la carta enviada a la magistrada, «implica la disolución del testimonio en justicia», pero que el Código de Procedimiento Penal establece el testimonio como una obligación.

Indicó que el ex presidente no puede rehuir y ver el asunto desde fuera, sino que «debe venir a responder de las implicaciones».

Dijo que Mejía no puede decir a través de una carta que no comparecerá al juicio a prestar su testimonio, aduciendo no tener nada importante que aportar, ya que quien debe decidir sobre el particular es la propia jueza, «no Hipólito Mejía, porque él ni siquiera sabe qué se le va a preguntar».

«Esa negativa significa un desafío a la jurisdicción que hizo la citación. Aceptar la justificación dada en esa comunicación sería un precedente pésimo, horrible, destructivo. El señor Mejía es un ciudadano común y corriente que fue citado debidamente y su deber es asistir y dar declaraciones. Podría contestar algunas preguntas y otras no contestarlas, y es posible que hayan preguntas que sean difíciles de contestar… ¡A eso es que le está huyendo!», precisó.

Asimismo, justificó la importancia de que los representantes de esa firma venezolana despojada del contrato, Pablo Trujillo y Mario Yerloti, quienes se encuentran en Venezuela, estén presentes en el tribunal. Ambos enviaron una comunicación en la que se excusaron.

Durante la audiencia, el abogado, Jorge Luis Polanco, en representación de Salazar, pidió a la magistrada rechazar el pedido de aplazamiento y comenzar a escuchar a los testigos. 

ÚLTIMAS CONSECUENCIAS

De su lado, el ingeniero Salazar dijo que no tiene temor de lo que pudiera salir a relucir en el juicio, ya que no tiene nada qué esconder.

Agregó que no retirará la querella, porque su conducta y moral fueron ofendidas.

SIERRA PÉREZ

Por otro lado, el ex jefe de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), general retirado Virgilio Sierra Pérez, declaró que no tenía conocimiento sobre las negociaciones realizadas para la venta del helicóptero Colibrí al ex capitán Paulino Castillo.

Manifestó que ese helicóptero llegó a la base por disposición de la Fiscalía, a raíz del conflicto que llevaba el Banco Intercontinental (BANINTER) con el ex coronel Pedro Julio (Pepe) Goico Guerrero, en el juicio que se le hizo por el uso de una tarjeta de crédito en la administración del presidente Mejía.

«Lo mandan (el helicóptero) como custodia a la institución, y al terminar la litis al señor Pepe Goico, la justicia le devuelve su helicóptero. La Fuerza Aérea no tiene nada que ver con esto», indicó.

EL DATA-SHOW

Durante la audiencia, aplazada a las 12:40 de la tarde, Juárez Castillo dijo en tono irónico que al parecer el abogado de la defensa acudió al tribunal a impartir una clase de data show, en alusión a las pantallas que fueron instaladas en ambos extremos del estrado, al igual que una computadora portátil y un proyector, a lo que el abogado Jorge Luis Polanco le respondió que los equipos fueron montados con la única finalidad de proyectar de manera eficaz el vídeo en el que el demandado difama a Salazar.

En las afueras del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva un contingente policial acordonó el área.