La jueza y directora de la Comisión de Género del Consejo Regional de Desarrollo, Guillermina Marizán, planteó ayer el cambio de funciones del Consejo del Poder Judicial para que se encargue de los asuntos operacionales y administrativos y que se de paso a la creación de un órgano que se encargue exclusivamente de las funciones disciplinarias y de vigilancia ética de todos los servidores del sistema judicial.
Señaló que los tiempos exigen que la nación se trace mejores horizontes en la búsqueda de plasmar una plena independencia del Poder Judicial junto a la esencial eficienciación de su rol social, mediante la unión de esfuerzos y voluntades, en la cual la mayor cuota de responsabilidad deba recaer en el personal que convive y se desarrolla dentro de los órganos que lo conforman, por ser éste quien conoce a la perfección sus debilidades y los correctivos que deben ejecutarse e implementarse.
“Tomando de partida la realidad tratada, como pauta indelegable, la entidad de desarrollo en sus estrategias llama a implementar una visión en todos los estamentos de la sociedad dominicana, que sirva de fuente a la engendración de cambios que permitan a nuestro tren judicial ir de mano con la transparencia, la modernidad y estricta práctica de los valores éticos, que hoy en día requiere nuestra nación y el mundo actual”, señaló la magistrada en un escrito.

Otro aspecto que señala la magistrada es que considera beneficioso en el referido sentido, implementar un cambio en el sistema de elección de los miembros del Consejo del Poder Judicial y las reglas que rigen ese organismo, así como también para la escogencia de los jueces de carrera para integrar la Suprema Corte de Justicia, con el propósito de profundizar la eficienciación y democratización del sistema de administración de la justicia.
Marizán, quien es doctora en Derecho, señala que para el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), que agrupa las regiones nordeste y Cibao, lo planteado constituye una serie de tareas y metas prioritarias para la nación, que corresponde asumirlas y motorizarlas sin excepción alguna por todos los dominicanos y dominicanas sin retardo, con el propósito de edificar una mejor República Dominicana para las presentes y futuras generaciones.