El Tribunal de la Ejecución de la Pena del Distrito Nacional rechazó este lunes la solicitud del Ministerio Público de revocarle la suspensión de la pena al cantante urbano Antonio Peter de la Rosa, mejor conocido como “Omega el Fuerte”, condenado en 2016 a cinco años de prisión por violencia intrafamiliar.
Por disposición de la jueza Anna Lee, el artista urbano, cuyo cómputo de la pena concluye el 23 de este mes, podrá obtener su certificado de cumplimiento si culmina las terapias conductuales a que había estado sometido y realiza 60 horas de trabajo comunitario en el Parque Eugenio María de Hostos.
Al motivar su decisión de rechazar la revocación, la jueza indicó que el proceso penal iniciado contra el merenguero urbano por este supuestamente haber exhibido un arma de fuego en un altercado con un chofer de carro público se encuentra en una etapa preparatoria, por lo que el imputado goza de de presunción de inocencia.
Sin embargo, la jueza, al recordar que hoy es Día Internacional de la Mujer, advirtió al encartado que aunque está a punto de cumplir su condena de cinco años por violencia de género, de cara a la sociedad él sigue dando muestras de conductas antisociales.
Medidas de coerción
El pasado viernes, la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional dictó medidas cautelares contra el merenguero urbano consistentes en garantía económica de RD$1 millón en efectivo, presentación periódica e impedimento de salida, además de que ordenó que acuda a terapia conductual.
Populismo penal
Félix Portes, abogado del cantante, manifestó que la Fiscalía del DN “ha caído en el populismo penal” al querer someter a su representado, en una especie de competencia con la directora de Persecución del MP, Yeni Berenice Reynoso, quien mientras dirigió esa Fiscalía logró que el imputado cumpliera parte de su condena en la Penitenciaría Nacional La Victoria, aunque este logró su libertad más tarde al interponer un recurso de habeas corpus.
El representante legal aseguró que “Omega” está a dispuesto a cumplir desde ya con las disposiciones de la jueza de Ejecución de Pena del DN para así “poder cerrar ese capítulo y volver a insertarse en la sociedad como una persona normal”.