El 24 de Abril de 1965 se inició la gesta más importante del siglo XX en la República Dominicana. Militares y civiles unidos produjeron un movimiento armado en busca del retorno a la constitucionalidad.
-La formidable unidad del pueblo derrotó los golpistas de 1963 y enfrentó cuatro días después al ejército más poderoso del mundo: el norteamericano, que invadió la República Dominicana.
-El esfuerzo multinacional de los Estados Unidos para justificar su intervención en Santo Domingo fracasó.
Gobiernos dignos y respetuosos de los acuerdos y tratados internacionales le negaron respaldo a su posición.
-La acción del engreído Goliat fue frenada por la actitud del pueblo que practicó la consigna: ni un paso atrás, ni para coger impulso bajo la divisa: Libertad o muerte.
-El indomable espíritu del pueblo permitió con su resistencia que la prensa internacional tuviera tiempo de informar la verdad, por encima del gigantesco alud de informaciones falsas, mentirosas que servía el gobierno de Estados Unidos.
-Los presidentes Mao Tse Tung, líder de la revolución china, Charles De Gaulle, héroe francés de la Segunda Guerra Mundial; Eduardo Frei Montalva, de Chile, y gobiernos como los de Uruguay, México, Jordania, Unión Soviética y otros, elevaron sus altas voces en contra del genocidio, en los foros internacionales.
-República Dominicana se colocó en el mapa mundial de los países que exigían el respeto a la autodeterminación y al autogobierno como estandarte en su búsqueda de la libertad y la democracia.
-El Movimiento perseguía respeto a la Constitución y las leyes, al ejercicio de los derechos humanos, libertad para vivir sin temor y buscar la felicidad.
-Derrotamos a los escuderos criollos del imperio norteamericano y a todos los golpistas de 1963: ricos comerciantes, Iglesia Católica, militares corrompidos y abusadores.
Contra ese movimiento de rescate de la moralidad, de la decencia, del respeto a los demás.
Hay una campaña constante para echarle un manto de olvido que permita impunidad a los traidores de entonces. El olvido cubriría su desvergüenza.
Se escamotea la enseñanza en las escuelas de esa gesta donde se defendían los más nobles principios que en el fondo son: no robar, no matar, no mentir, honrar a tu madre (la Patria), hacer que se respete el territorio nacional.
Al 24 de Abril le agregan celebraciones para que en vez de ser un día para la reflexión y reconfirmación del patriotismo sea una fecha para francachelas y festividades intrascendentes.
Andamos mal, cuando una institución oficial dice que Fernández Domínguez estaba aquí en Abril y que Benoit era constitucionalista.
El resumen es apretado y queda mucho más.