Jugos de vegetales, ¿por cuál se decide?

Jugos de vegetales, ¿por cuál se decide?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala como esencial el consumo diario de frutas y vegetales para prevenir enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

Incluso se calcula que cada año podrían salvarse 1.7 millones de vidas si se aumentara lo suficiente el consumo de este grupo alimenticio.

La recomendación general es consumir al menos cinco porciones por día, o unos 400 gramos, y aunque muchos lo saben, no son tantos los que siguen este consejo. La razón (o justificación) podría ser la falta de tiempo para cocinarlos o preparar recetas.

Además, aseguran que al hervir los vegetales, sus nutrientes se quedan en el agua. Por eso es que hacer jugos con los vegetales es la forma más eficaz de aprovechar sus nutrientes, y es además, la más fácil y sencilla. Basta con hacer combinaciones y llevarlos a la batidora o al procesador de alimentos.

Hacer estos jugos es una manera de incorporar nuevos vegetales a la dieta, de esos no muy agradables al paladar. Al combinarlos, los sabores se confunden y se hace más fácil su ingesta. ¡Y es una idea fabulosa para que los niños consuman estos alimentos saludables!

Hay quienes los toman solos, en cambio otros atinan a agregarles un toquecito de miel, jugo de limón o hierbas aromáticas como menta o albahaca. Frutas como las manzanas (preferiblemente verdes) y el anís, también están permitidas. Estos ingredientes son recomendados para quienes no toleran los sabores de ciertos vegetales.

Algo importante es recordar que lo ideal es consumir estos jugos de inmediato, su valor nutritivo disminuye con el paso de las horas. Pero si no hay otro remedio que guardarlos, se recomienda hacerlo en una jarra con tapa, que esté completamente llena, para evitar en la medida de lo posible que quede oxígeno en el envase y oxide el jugo. Llevar al refrigerador y no esperar 24 horas para beberlo.

De nuevo, lo más recomendable es preparar solo la cantidad que vayas a beber en el momento.

Según el color. Aunque se pueden mezclar entre ellos, una forma de hacerlos es combinarlos por colores. Incluso, dependiendo del color, tanto las frutas como los vegetales y verduras comparten características nutricionales.

Los verdes, además de algunas vitaminas, aportan magnesio, que se relaciona con la relajación muscular. En el grupo están el brócoli, el apio, las espinacas, el repollo…
Naranja-amarillo, contienen carotenoides, que mejoran la función inmune y reducen el riesgo de enfermedades del corazón, cáncer y problemas de visión. Son ricos en vitamina A. Zanahoria, auyama.

Los de color rojo-morado, como la remolacha o el rábano, ayudan a reducir problemas cardiovasculares, eliminar aquellas sustancias nocivas para el cuerpo, disminuir el colesterol, proteger el ADN y mejorar la circulación sanguínea.

Los vegetales blancos protegen contra el cáncer y activan la producción de glóbulos blancos. A saber del pepino, las endibias (lechuga romana), el puerro…
Mezclas comunes. Pepino y apio; remolacha y zanahoria; berro, pepino, apio y espinacas; tomate, apio y pepino; lechuga romana, apio, manzana verde, lima y jengibre y pepino, apio, espinaca, limón y menta.

No solo jugo. Otra de las cosas que conviene saber es que estos jugos no constituyen una comida completa. Es necesario ingerir también otros grupos alimenticios como las proteínas, las grasas, los carbohidratos… en sus cantidades recomendadas.

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