Juguetes mexicanos llegan a Washington

Juguetes mexicanos llegan a Washington

WASHINGTON, EFE.- El balero, el trompo, las canicas y otros juguetes artesanales mexicanos que disfrutaron los padres, los abuelos y los tatarabuelos están desde ayer  al alcance de los niños de Washington en un espacio donde no existen las consolas de videojuegos.

Algunos niños abren, mudos, la boca, y otros sueltan un respingo de gozo, pero a todos les brillan los ojos y les cosquillean los dedos al entrar en el Museo de Arte de las Américas, donde hoy se inauguró la muestra de trescientos juguetes mexicanos, que durará hasta el 16 de marzo.

Es un festival de colores saltarines, de ruidos de matraca y de tambores, y de texturas de madera, trapo y latón, donde el plástico es un elemento alienígena.

   Son los juguetes de los mayores, algunos de los cuales, como el futbolín, han sobrevivido al cambio de los gustos, y otros, como el palo, el hilo y la cazoleta del balero, deberían estar en una lista de objetos en peligro de extinción.

“Queremos que no se pierda el sentido de admiración por lo que no tiene tecnología”, dijo Marinela Servitje, directora del Papalote Museo de Niños, la institución en México de donde proceden todas las piezas.

   En realidad, muchos de los juguetes sí funcionan con tecnología, pero son sistemas sin chips, de una simplicidad rústica y reconfortante: es la bola que al girar tira de cuerdas y hace que los pollitos bajen la cabeza, o los hilos de los títeres antiguos que controlan el toro, el torero y la cuadrilla.

   La muestra se divide en dos. Por un lado, protegidas en vitrinas y expuestas como uno espera ver las cosas en un museo, están las miniaturas, las cerámicas y otros objetos antiguos y delicados, incluida una colección de pulgas vestidas con ropas absurdamente pequeñas y que se ven con una lupa.

   La otra sección consiste en réplicas y versiones recientes de los juguetes, que los niños, y los no tan niños, pueden sacudir, lanzar, martillear y acunar a su antojo.

   «Estos juguetes se están perdiendo, queremos rescatarlos», dijo Mercedes Jiménez del Arco, la comisaria de la muestra.

   Además, el Museo tiene previstas sesiones de manualidades, en las que los menores podrán crear su propia piñata o hacer una muñeca de una mazorca de maíz.

   La muestra cuenta con algunos juguetes de principios del siglo XX, elaborados en la época de Pancho Villa.

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