CIUDAD DE GUATEMALA. AFP. El tribunal que juzga a Efraín Ríos Montt por genocidio escucha hoy los argumentos de acusadores y defensores para dictar sentencia en este histórico proceso, que, de ser declarado culpable, convertiría al general guatemalteco en el primer ex dictador latinoamericano condenado por ese delito.  

«Fueron muertes de barbarie, muertes indescriptibles», dijo en sus conclusiones el abogado acusador Edgar Pérez al Tribunal Primero de Mayor Riesgo A, presidido por la jueza Jazmín Barrios, que sesiona en la sala principal de la Corte Suprema de Justicia, abarrotada de indígenas, periodistas y activistas.  

Pérez afirmó que durante el juicio, que se inició el 19 de marzo, «se comprobó» que Ríos Montt y su ex oficial de inteligencia, José Rodríguez, también acusado en este proceso, cometieron genocidio y delitos contra la humanidad, y recordó los testimonios de los sobrevivientes que testificaron sobre graves violaciones de derechos humanos.  

Ríos Montt y Rodríguez, cuyos familiares y amigos también están presentes en la sala, enfrentan cargos por la masacre a manos de militares de 1.771 indígenas mayas de la etnia ixil, en el departamento de Quiché (norte) durante el gobierno de facto del exdictador (1982-1983).  

«Para las atrocidades que ustedes escucharon acá, tuvo que haber una planificación militar», subrayó Pérez, de la querellante Asociación para la Justicia y Reconciliación (AJR) que defiende a los indígenas.

 Ríos Montt «tenía el dominio de ese aparato de poder (Ejército), que era el único que podía cometer esas atrocidades», expuso el abogado acusador, quien afirmó que los indígenas fueron «atacados por ser ixiles».  

Después de escuchar las conclusiones, los tres integrantes del alto tribunal de impacto tendrán que fijar fecha para dictar la sentencia, la cual se podría dar el viernes o la próxima semana, según los abogados querellantes.  

El juicio contra Ríos Montt y Rodríguez comenzó hace unos 50 días, pero por amparos presentados por la defensa de los acusados fue suspendido el 18 de abril y reanudado el pasado 30 de abril.  

«Los acusados fueron responsables de los hechos que se les acusa, se ha ratificado y comprobado cada una de las dos acusaciones planteadas», detalló Pérez.  

También habló sobre las violaciones sexuales durante las incursiones militares y destacó el relato de mujeres víctimas «que afrontaron su historia frente a ustedes (jueces) y al pueblo de Guatemala», según dijo.  

El abogado pidió al tribunal analizar todas las pruebas presentadas en el juicio y dictar «una sentencia fuerte», para que se cumpla con «estándares internacionales mínimos» para reivindicar la «memoria histórica» de las víctimas de la región ixil.

«Se tiene que reivindicar esa historia negra de Guatemala, esa historia que nadie quiere repetir», agregó.  

El miércoles la fiscalía, en sus conclusiones, solicitó a los jueces emitir una condena de 75 años de prisión para cada uno de los militares retirados, indicó el fiscal del caso, Orlando López.  

Mientras los querellantes leían sus conclusiones, el ex dictador permanecía en el banco de los acusados con un semblante serio y anotaba en una hoja de papel.

 «Hoy podemos decir que la luz de la justicia empieza a alumbrar para apagar la sombra de la impunidad», dijo por su lado Francisco Vivar, abogado del querellante Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (Caldh).   

Vivar concluyó al decir que los acusados son responsables de genocidio «en calidad de autor» y reiteró la petición de la condena solicitada por la fiscalía.  

Hasta el mediodía de este jueves, el tribunal aun no escuchaba las refutaciones de la defensa del ex dictador y se mantenía la expectativa sobre si Ríos Montt tomará la palabra antes de la sentencia para defenderse de las acusaciones, pues hasta el momento se ha negado a dar declaraciones sobre las imputaciones y ha dejado todo en manos de su defensa.  

Tras escuchar a todas las partes, se espera conocer la fecha y hora que fijen los jueces para emitir su veredicto.

La época de Ríos Montt fue una de las más cruentas del conflicto interno que sufrió Guatemala, que dejó 200.000 muertos o desaparecidos, según un informe de la ONU.