Hoy 
La defensa del imputado por la muerte de la fiscal Gissel Fiordaliza Reyes Díaz logró ayer, por medio de un incidente, que el Primer Tribunal Colegiado de la Provincia de Santo Domingo aplazara para hoy el juicio de fondo que se le sigue al exsargento Augusto Luciano Familia y a otros dos acusados del crimen, alegando que se requiere escuchar al testimonio de la forense.
La audiencia quedó fijada para las 11:00 de la mañana.
Los abogados solicitaron a los jueces aceptar la comparecencia de la experta que analizó la necropsia que se le practicó al cadáver de Reyes Díaz, lo que fue objetado por la Fiscalía de Santo Domingo.
El Ministerio Público, que coordina el fiscal Yorelbin Reyes, calificó el pedimento de impertinente y acusó a la defensa de no aportar un testigo en el proceso que lleva cinco audiencias.
Mientras al fondo de la sala, la madre de la víctima, Milagros; la hermana Cynthia y otros parientes, observaban el desarrollo del proceso, que se espera tenga un desenlace este viernes.
En un extremo, Luciano Familia y los otros imputados: Juan Carlos Aquino Mesa y Pedro Julio Ortega, se mostraban atentos a los lineamientos que les daban sus abogados. A pesar de que la fiscal fue asesinada el 24 de octubre de 2010, en la fase de fondo los jueces Indhira Mejía, Altagracia Múñoz y Julio de los Santos acreditaron las informaciones relativas a la calidad de la madre, como reclamante y de la descendencia de la occisa, un procedimiento que se repite en esta parte, igual que en el juzgado de la instrucción, que dispuso apertura a juicio.
Sargento vuelve a hablar. Luciano Familia lució ayer más dispuesto a hablar de la forma como la fiscal fue asesinada. Dijo que quería que la Fiscalía presentara a los 20 testigos que supuestamente aportaría. Dice que de esa manera el tribunal determinaría quién dice la verdad.
En diálogo calmado, el expolicía negó que matara a la Gissel a quema ropa y atribuyó la muerte al trabajo que había realizado la fiscal en la provincia de Monte Plata. Recordó que la fiscal hizo una denuncia de la supuesta corrupción que imperaba en ese Ministerio Público. No descarta que compañeros de ella tuvieran que ver con su muerte.
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A puerta cerrada
El juicio se conoce a puerta cerrada, pese a ser un proceso oral, público y contradictorio. Varios agentes fueron apostados en la puerta, renuentes a que ingresen fotógrafos y camarógrafos. No se permiten más de dos periodistas. El primer argumento es que el salón de audiencia F es muy pequeño. Ayer, el tribunal identificó algunas de las evidencias del crimen de la fiscal Reyes Díaz en el sector de Invivienda en Santo Domingo Este, cuando compraba pizza con el exsargento Luciano Familia.
