La leyenda del béisbol a nivel nacional y en las grandes ligas, el inmortal Julián Javier, nativo de San Francisco de Macorís, se encuentra apenado y preocupado por la situación que está ocurriendo en su natal ciudad por la gran cantidad de muertes, producto de la pandemia del coronavirus, que está golpeando a la provincia Duarte, el país y el mundo.
“Estoy muy triste por mi pueblo, mi país y el mundo por lo que está ocurriendo con esta enfermedad”, dijo Javier, al conversar con redactores de Hoy, desde su residencia en San Francisco de Macorís.
“Quisiera estar en las calles ayudando a mi pueblo, pero mi edad y mi salud no lo permiten”, apuntó Javier, con voz firme y seguro de que su pueblo y el país se levantarán, con la ayuda de Dios, los médicos y el personal de los hospítales.
El dominicano Javier, uno de los mejores segunda base de las grandes ligas, pidió a su pueblo quedarse en su casa para evitar el contagio.
El inmortal del deporte tiene un gran dolor en su corazón, por su pueblo y el país. “Usted se imagina que no puedo pasear por las calles de mi pueblo, que nunca me he ido, eso duele”, apuntó.
Exhortó a sus compueblanos y todos los dominicanos a no salir de su casa, “Solo salir si es estrictamente necesario”, añadió.
Javier (nacido el 9 de agosto de 1936) es un ex segunda base dominicano que jugó en las Grandes Ligas. Militó en los Cardenales de San Luis (desde 1960 hasta 1971) y en los Rojos de Cincinnati (1972).