POR JORGE RAMOS
A la peligrosa violencia social que sufre la República Dominicana en estos tiempos, se suma ahora la violencia radial, cuando directores de emisoras son capaces de programar adefesios como la más reciente grabación de Julián Oro Duro, que habla muy mal de nuestro merengue.

En momentos en que se critica la mala calidad de nuestro ritmo y se produce un “boom” del reggaetón, Julián Oro Duro aparece con un merengue vulgar donde imita a un chino, cuyo estribillo dice: “chinito no quiele guela, chinito quiele la pa” (sin la z).

Ese tema no tiene nada de doble sentido, al contrario, todo tiene un sentido morboso y vulgar que atenta contra la educación y la buena formación de los niños, algo que al parecer no le importa a los programadores de muchas emisoras tropicales que han comenzado a sonarlo insistentemente, cuando ellos debieran ser un colador de los temas indecentes e insulsos.

Julián Oro Duro venía con una trayectoria más o menos limpia en sus discos, pues a pesar de ser un merengue de calle el que hace, hasta ahora sus grabaciones habían sido decentes, graciosas, pero no vulgares.

Temas como “La cabaña”, “Por eso está conmigo”, “La cita” y “La locura automática”, en merengue, bailables por demás, que tuvieron una buena acogida por parte del público, que lo aceptó y le abrió un espacio en el gusto popular.

El merengue nuevo de Julián Oro Duro es un franco y abierto desafío a las calladas autoridades de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR), de la Secretaría de Estado de Cultura.