POR Alex McPhillips 
MLB..com  
BOSTON.- El volvió a hacerlo el viernes. Pocos quintos abridores han enfrentado oponentes tan fuertes – tipos como Roy Halladay, Johan Santana, Mike Mussina, Dan Haren – en un período tan corto de tiempo.

 Pero ahí estaba Julián Tavárez, no solo manejando todo bien, sino que venciendo a sus rivales con mucho estilo.

El zurdo de San Francisco Barry Zito fue la víctima de esta semana. Tavárez lanzó siete entradas contra los Gigantes, permitiendo seis hits y dos carreras mientras ponchaba tres.

No siempre ha sido fácil o bonito – esta fue la salida más larga para el ex relevista, y todavía sigue siendo el abridor con más corredores permitidos del equipo – pero Tavárez ha hecho su trabajo consistentemente.

“Creo que nos ha dado lo que le pedimos”, dijo el dirigente Terry Francona. “El nos ha mantenido en juego con mayor frecuencia de lo que no lo ha hecho”.

Y volvió a hacerlo el viernes. Luego de permitir dos carreras en la primera entrada, Tavárez se concentró como nadie.

Comenzó “a usar todos sus lanzamientos”, dijo Francona. “Se quedó bajito. Sacó algunos rodados y la defensa hizo su trabajo también.

 “El también aportó jugando una defensa buena. Cambió de velocidad muy bien e hizo exactamente lo que necesitaba hacer”, agregó.

Lo más importante es que “no le entraron a palos”, añadió el estratega Francona.

Eso último atrajo comentarios de su ex compañero de los Gigantes, Barry Bonds, quien recuerda a Tavárez como un relevista “con un cable suelto”.

“Se veía mucho más calmado y sabía lo que quería hacer allá fuera”, dijo Bonds.

“Se podía ver en su movimiento, en su cara. Estaba mucho más concentrado”.

 Caso número 1: cuando Bonds pegó un foul que pudo haber sido su jonrón 748 de por vida.

Mientras la bola estaba en el aire, Tavárez imitó a Carlton Fisk, gritando y haciendo señas para que la bola se fuera de foul.

“También tuve la ayuda de los fanáticos”, dijo Tavárez.

Luego que el dirigente Bruce Bochy saliera a discutir, Bonds elevó a segunda. Tavárez no permitió más libertades.

Pero más que nada, Tavárez está haciendo su trabajo con los Medias Rojas de Boston.

Y con su estilo, está compitiendo con Manny Ramírez por el puesto del jugador más colorido de los Medias Rojas, algo nada fácil.