México. Su nuevo álbum salió a la venta el mes pasado y de inmediato algo sucedió: Julieta Venegas recibió dos nuevas postulaciones a los Latin Grammy.
La cantautora mexicana lanzó “Algo sucede” el 14 de agosto y la semana pasada fue reconocida con postulaciones a la canción del año y grabación del año por el sencillo “Ese camino”.
“¿Cómo me enteré? íPor Whatsapp! Una amiga me dijo”, relató Venegas a The Associated Press en una entrevista reciente en Los Ángeles.
“`¿Y luego qué hiciste? ¿A quién fue la primera persona que le dijiste?’. Yo pues hice Whatsapp al Whatsapp de mi familia y le escribí a toda la familia.
O sea, es ridículo ya, ¿no?”, añadió entre risas. “Hablar por teléfono con alguien para contarles es como `me tomé como dos días hablando por teléfono’.
Pero la verdad muy feliz, fue una sorpresa total, yo realmente estaba con la esperanza de una nominación porque entró la canción, no entró el disco, entonces dije `bueno, una nominación sería lindo’, pero dos nominaciones sí fue como un shock”.
“Ese camino” habla de una infancia que se mantiene viva en el recuerdo. Venegas dijo que la canción no es necesariamente autobiográfica, aunque admitió que se inspiró observando a su hija Simona, de cinco años.
“No es lo mismo mi propia infancia y pensar en mi infancia que ver a mi hija crecer, cualquier persona que tenga un hijo se da cuenta”, apuntó la artista.
Como mamá “vives de otra manera la infancia. No es como que yo estoy pensando en mí misma y diciendo `yo era así’ y no estoy buscándome a mí en mi hija; mi hija es ella y más bien estoy viendo el mundo a través de ella otra vez y es una magia absoluta”.
Otra de las canciones del álbum aborda los recientes secuestros irresueltos en México. Venegas escribió “Explosión” específicamente pensando en los 43 estudiantes que desaparecieron el 26 de septiembre del 2014 en el estado sureño de Guerrero, en un caso que ha desatado indignación dentro y fuera del país.
El gobierno mexicano dijo que fueron detenidos por la policía de las ciudades de Iguala y Cocula, y entregados a miembros de un grupo del narcotráfico que los habría matado e incinerado en un basurero, aunque esa versión ha sido rebatida con un peritaje solicitado por un grupo de expertos internacionales.