Por REYES GUZMAN
La cantante Julieta Venegas pudo presentar su concierto “Limón y sal” el domingo  en el salón La Fiesta del hotel Jaragua, donde  mil 100 personas se dieron cita para escucharle cantar más de veinte temas. La función estaba pautada para el sábado, pero por el paso del huracán Dean fue pospuesta, lo que le favoreció para actuar de cara a un mayor número de admiradores. Asistieron muchos  niños.

Venegas comenzó a las 7:15 de la noche con el tema “Algo está pasando”, para luego dar las gracias por el esfuerzo de los presentes que salieron de sus casas un día lluvioso.

Continuó  con  “Lo que pidas”, “No seré” y  “Oleada”. La respuesta del público aumentó cuando interpretó “Limón y sal”, logrando reforzar el coro con las voces de los fans.

Con su fiel compañero de escenario, el acordeón, Julieta demuestra  dominio musical. Lo que para algunos la limita en los movimientos escénicos, para otros es un elemento llamativo verla tocar el instrumento. Para el gusto los colores. Creemos que debe modernizarse en cuanto a estilo, vestuario y acordeón. El concierto tuvo carga de canciones nuevas, efecto que limita las reacciones.

“No hace falta”, “A callarse”, “Amores perros”,  “De qué sirve”, “Ultima vez”, “Sería feliz” y “Lento”, fueron otros de los temas seleccionados del repertorio. Julieta es conversadora y  tanto habla del amor como de los cambios en los países. Le canta a los que dejan a los suyos para buscar oportunidades en Estados Unidos. Trata el tema de los ilegales, y lo hace con respeto. No desea ser la voz de las quejas, sino la de ayuda y orientación frente a un problema social que surge por las  divisiones de  las fronteras.

 El concierto fue   disfrutado principalmente por los     adultos, mientras los pequeños se conformaban con bailar. Venegas en ningún momento tomó en cuenta la presencia infantil y su diálogo se sustentó en ambientar las canciones.

  No dejó fuera de la selección “Te voy a mostrar”,  Eres para mí”, “Jaula de oro”, “Donde quiero estar”, “A dónde sea”, “De mis pasos”  y “Me voy”.  Se retiró del escenario disimulando concluir, pero el programa incluía tres canciones más: Primer día”, “Sin documentos” y “Andar conmigo”.  El público le pidió más, pero el fin había llegado a las 8:40.

 “Gracias, muchas gracias”, fueron las palabras de despedida. Los admiradores entendieron y salieron del amplio salón. Será hasta la próxima.

 LENY

El ex integrante del grupo Ilegales, Lenny, fue la contraparte de Julieta. Con sólo dos temas en la línea de la bachata electrónica mostró parte de lo que será su debut en septiembre. En su corta actuación recibió aplausos.

 Leny canta bien y tiene en la juventud una puerta abierta.

Cositas y cosotas

-La Venegas tiene por obligación que modernizar su vestuario.  Salió y concluyó con la misma ropa: unos  pantalones de tela estampada, encima un vestido un poco ancho y arriba un chalequito negro.

-Respetamos su estilo, pero la exhortamos a pensar en las exigencias de estos tiempos.

-Cinco músicos acompañan a la Venegas. Una mujer toca el teclado y le hace coro.

-Las personas que asistieron desafiaron el pronóstico de lluvia. Los que fueron la pasaron bien y le dieron a la artista aplausos.

-Un padre emocionado quiso complacer a su niña, pero cometió el error de subirla al escenario cuando cantaba Julieta. Eso no es permitido. Pero mucho menos, la barbaridad de un miembro  de la seguridad que agarró por un brazo a la niña y la bajó de mala manera.

-A la seguridad hay que enseñarle a ser flexibles en los casos de los infantes. La niña se asustó y el padre reaccionó. Julieta debió invitar a la pequeña y permitirle realizar  su sueño.

-Un bárbaro del público dijo que Julieta es la versión joven de Fefita La Grande.

-Se pasó,  aunque sabemos que la artista  debe ir pensando en la guitarra.