POR SUSANA VERAS
SANTIAGO.- Más de la mitad de su vida, Julio Alejandro Almonte Nina se ha dedicado a las labores de la “industria sin chimenea”, el turismo, donde ha creado conciencia de la importancia de las innovaciones y de lo mucho que se puede hacer en países como el nuestro, donde se cuenta con la principal «materia prima» del sector, la amabilidad y disponibilidad de los dominicanos, que unidas a metas conjuntas a largo plazo, entre el Estado y las entidades privadas ligadas al renglón, lograrían mejores resultados.

En sus hombros lleva la responsabilidad de la Gerencia de Operaciones del Hotel Hodelpa Gran Almirante, el más importante de los instalados en esta ciudad de Santiago, que crece cada día y la que el ejecutivo define como uno de los puntos del territorio «con un excelente y gran futuro para el turismo», por su ubicación estratégica en el Cibao central y por las obras de infraestructura y estructuras que han sido realizadas en la última década aquí.

Y Santiago en sí, es a su vez una de las razones por las cuales valora la oportunidad personal y profesional que tiene en sus manos, tras su llegada al Grupo Hodelpa, «que se mantiene firme ante los retos del sector, uniendo una serie de detalles administrativos y operativos para ofrecer un buen servicio».

En su paso por varias empresas hoteleras del país, Julio Alejandro Almonte cree que la humildad y la dedicación, el control de las emociones y del tiempo, son las principales características del trabajo que le identifican, para lograr así creer y darle la confianza debida al equipo de trabajo que te acompaña.

Si de algo él está consciente –y en su caso muy particular– es de que quienes realizan trabajos de este tipo, en empresas de esta naturaleza, que deben en parte renunciar a sus vidas personales, ya que se le da prioridad a los asuntos de la firma, con los problemas que surgen en la cotidinidad del día, que se pueden presentar en cualquier momento, por lo que normalmente le dedica unas catorce horas al día de intensa labor, terminando su faena cerca de la una de la madrugada.

A su juicio, «el negocio que incluye servicios es muy delicado, ya que el público, los huéspedes y los clientes en sentido general, siempre tienen la razón y deben sentirse mejor que en sus propias casas».

Su entrada a la hotelería

Julio Alejandro Almonte Nina, que nació el 1 de enero de 1966 en Puerto Plata, tiene un extenso currículum, con labores que le han permitido crecer en varios puestos técnicos y administrativos en el turismo local.

Recuerda con mucha alegría sus inicios como «salvavidas» en el Hotel Dorado Naco, donde de manera formal se pueden señalar sus comienzos en la carrera hotelera, que según él es de continuo crecimiento.

Desde ahí, paso a paso, principalmente en el área de entretenimiento y diversión, recuerda que fue el hotelero Jhonny Bernald quien vio sus cualidades y agilidad en el trato con los clientes, que marcaron una larga trayectoria por todos los departamentos de esa sede hotelera, tocando la recepción, relaciones públicas y otros departamentos internos, así como la dirección general.

Como profesional de la hotelería ha alcanzado las posiciones de gerente residente del Sunscape The Beach, en Punta Cana; gerente de Operaciones en el Sun Village Resort & Spa, del Grupo Emi, en Cofresí, Puerto Plata, donde manejaba las operaciones y servicios del hotel de 320 habitaciones, 10 villas, 6 restaurantes y 8 bares.

También fue director general corporativo del Meliá Caribe y Tropical, en Punta Cana, donde asistió al director general en toda la organización operacional, planificación de programas en trabajos para las áreas, división de cuartos, alimentos y bebidas, administración de grupos y convenciones, control de calidad y demás facilidades de la propiedad.

Su experiencia laboral incluye la Gerencia de Operaciones de Hacienda Resorts, complejo de cinco hoteles con unas 915 habitaciones. De igual forma en el Hotel Coral Hamaca en Boca Chica, donde fue el gerente de Habitaciones, gerente residente en Hotel Heavens en Playa Dorada, en la Hotelera Naco en Puerto Plata, tratando en todos de mantener el desarrollo de métodos eficaces para mantener un alto nivel de satisfacción y planificación y a la vez «motivación del personal», que se ha convertido en una de sus cartas de presentación.

Su estilo de trabajo está siempre orientado a la rentabilidad, la innovación y la creatividad, consciente del servicio al cliente, donde asegura «está todo su compromiso y energía».

VISIÓN GENERAL

Para Julio Alejandro Almonte el mercado americano continúa siendo uno de los más exigentes en la República Dominicana.

En la actualidad los sistemas de hoteles han pasado en el ámbito mundial por pruebas evaluativas, que siempre tienen el propósito de lograr satisfacer las demandas de los clientes y calificativos como «Cinco Estrellas», que ha crecido hasta pasar al de «Seis Manzanas», cuando se cumple con una serie de requisitos estándares de servicios, que a su juicio «muy bien pueden ser aplicadas en el futuro en la República Dominicana», que a propósito –comenta–, en menos de diez años el formato «Todo Incluido» podría sufrir grandes transformaciones o su desaparición definitiva en los hoteles donde aún se aplica.

En ese sentido es donde insta a todos los involucrados «a la unificación definitiva de todos los sectores para lograr programas conjuntos de transformación, con continua supervisión a los hoteles sobre el producto y los servicios que ofrecen».

A corazón abierto

Estudios realizados
Su plantilla educativa inició en el Colegio San Felipe Apóstol, en Puerto Plata, y ha realizado los cursos y seminarios de Mercadeo y Operación Todo Incluido, Estrategia y Turismo Moderno, Curso General de Contabilidad Financiera, Leyes Laborales, Excelencia y Atención al Cliente, Ventas y Mercadeo del Futuro, Control de Calidad y Manejo de Quejas, Administración y Turismo en la Universidad de Santo Domingo y Hotelería en la Universidad Coronell, en Nueva York, Estados Unidos

Julio Alejandro Almonte maneja a la perfección los idiomas inglés, español, alemán y francés, conocimientos que son de gran relevancia para su trabajo, por su contacto diario con extranjeros, quienes eligen la República Dominicana como su destino turístico, por la belleza de sus playas, clima tropical, zonas montañosas para el turismo de aventura y ecológico y sus gentes, que para muchos es el principal activo de este renglón, básico de la economía nacional.

En su desarrollo agradece el soporte y la confianza de Enrique De Marchena, Andrés Pichardo, Luis Báez y José Carrasco, quienes han fortalecido su crecimiento en el campo turístico y hotelero.

Una bebida: un licor

Música: romántica, preferiblemente una canción de Franco de Vita

Un escritor: Mario Vargas Llosa

Una película: «El Gladiador»

A que le temes: a Dios

Te defines como una persona: optimista

A quién admira: a sus padres Ana Nina y Eladio Almonte (fallecido)

Un deporte: voleibol

Un actor: Robert De Niro

Una actriz: Sandra Bullock

Un país: “El mejor, la República Dominicana”

Una obra: los trabajos del cineasta René Fortunato

Una hora y por qué: las del fin de semana, cuando se va al campo

Una comida: la comida sana

Un defecto: “Tengo gran pasión por la perfección”

Pasatiempo: Es amante del campo, los animales y los motores forweell. Además, cada fin de semana se dedica a su negocio familiar en Puerto Plata, llamado «El Campito Bar Café», un lugar de amigos y buenos momentos.