El interés por resaltar el auge del uso del bambú, el ratán y el mimbre en la elaboración de muebles y artesanías descubrió una historia de entrega, compromiso social y solidaridad de un ebanista que enseña el oficio a jóvenes a los que arrebata a la vagancia y a las adicciones.
Las manos de Julio César Pinales Báez son ahora menos ágiles que en 1979, cuando comenzó el oficio de dar forma a la madera y a las ramas para parir las más diversas creaciones.
La edad y la trombosis que le afectó le restan movilidad, pero no fuerza de voluntad para trabajar y reeducar a otros, en su taller de El Fundo, Baní.