Julio Franco tuvo carrera memorable

Julio Franco tuvo carrera memorable

La final de la temporada 1980/81 del torneo de béisbol invernal dominicano, entre Águilas Cibaeñas y Leones del Escogido, es recordada como una de las mejores de nuestra pelota. Los escarlatas salieron victoriosos en el partido final de la serie, ante una concurrencia de más de 20,000 espectadores en el parque Quisqueya,  con la famosa transferencia del lanzador aguilucho Jerry Augustine a Harry Spillman con bases llenas, dándole de esta forma al conjunto rojo su primer campeonato en 12 años. Ciertamente fueron numerosos los momentos memorables de esa final. Uno en particular quedó clavado en mi memoria. Ocurrió cuando el capataz rojo Felipe Alou, en la entrada 15 del séptimo juego de la serie, llamó a un desconocido y delgado mozalbete como emergente. El bisoño se paró en el plato y decidió el encuentro con hit al jardín izquierdo. Ese joven era Julio Cesar Franco.

El pasado 2 de mayo, a más de 25 años de aquel momento memorable, el “emperador” Julio Cesar anunció oficialmente su retiro como jugador a la edad de 49 años. Ha sido un viaje bien largo, desde que el ejecutivo y cazatalentos del escogido Francisco Quique Acevedo lo firmó como torpedero para el conjunto de los Phillies de Philadelphia el 23 de junio del 1978, hasta su anunciado retiro.

Por más de 30 años exhibió su talento en los diamantes de Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea, México y República Dominicana. Su estilo no ortodoxo en la caja de bateo, siempre con su bate (uno de los más pesados) por encima de su cabeza apuntando en línea recta y de forma amenazante al lanzador rival, le dio resultados impresionantes. Basta decir que diseminó más de 4,200 hits en su carrera, y es en la actualidad el dominicano con mayor cantidad de indiscutibles en liga grande con 2,586.

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