PUNTA CANA, La Altagracia. Remembranzas sería la palabra precisa para definir la presentación de uno de los artistas de habla hispana más internacionales, con un estilo que no ha variado al pasar de los años, Julio Iglesias volvió a coronarse con éxito en República Dominicana.

Acompañado de una banda modesta de seis músicos y cuatro hermosas damas acompañándolo en el coro, el cantautor español logró un rotundo éxito en su primer concierto en el salón Fillmore del Hard Rock Hotel & Casino en Punta Cana, con la producción de George Nadel y Pav Events.

Obligado a estar estático en una silla en el escenario, por una lesión en una pierna, el intérprete hizo galas de su seducción al público, al cual ha sabido mantener fiel a lo largo de sus más de cuatro décadas en la música.

Pasadas las 9:40 de la noche, el cantante tomó su asiento en el escenario, mientras las notas de su orquesta y el aplauso del público en el Fillmore, le daban la bienvenida a una noche íntima con el artista anhelado.

Las emociones no se hicieron esperar y las canciones mucho menos. “La gota fría” fue uno de los primeros temas que sonaron y que pusieron a gritar a los más de dos mil espectadores, siguiendo con “Un canto a Galicia” y “Échame a mí la culpa”.

“El amor por esta tierra lo heredé de mi padre, el cariño que tenía por este país, lo heredé tan profundo que aquí estamos, aquí criamos a mis hijos y tengo mi hogar. Amo profundamente a este país”, manifestó Julio en una de sus interacciones con los presentes.

A pesar de que muchas de las canciones no fueron interpretadas en su totalidad y que en ocasiones pareciera que hizo uso de pistas en algunos temas, a los presentes no les afectó en nada, haciéndose notar la presencia de diversas nacionalidades del público que les hacían saber de dónde venían en cada oportunidad.

“Me olvidé de vivir”, “A media luz”, “El amor”, “La carretera”, “Careless Whisper”, “Me siento de aquí”, “De niña a mujer”, “Crazy”, “Quijote”, “Abrázame”, “Me va, me va”, “Hey”, “Corazón partio” y “A mi manera”, formaron parte de la selección de éxitos con las que deleitó a los asistentes.

Cerca de 90 minutos de presentación no fueron suficientes para el público, anécdotas sobre las canciones, su historia musical resumida en sus temas, el mito sobre su larga lista de amoríos y por supuesto algo que no debía faltar en sus actuaciones, el beso a una de sus integrantes, en esta ocasión le tocó el turno a Lucía, una bailarina que se despedía de los escenarios en ese concierto.

El cantante Julio Iglesias lo volvió a repetir una vez más, a su manera emocionó, venció y encantó a las diferentes generaciones que se trasladaron a la zona este para presenciarlo, dejándolos con ansias de más, pero con el placer de haberlo disfrutado.