El imitador dominicano llenó durante dos noches, viernes y sábado, la sala principal del Teatro Nacional Eduardo Brito

POR JORGE RAMOS C.
Julio Sabala deleitó en el fin de semana al público que llenó la sala grande del Teatro Nacional Eduardo Brito con su show “20 aniversario”.

 El imitador dominicano hizo  una mezcla de política y farándula nacional e internacional con chistes e imitaciones que la gente disfrutó durante dos horas y 15 minutos.

   Tras media hora de espera, el artista apareció en escena a las 9:00 de la noche rodeado de seis bailarinas y una orquesta de músicos dirigida por el maestro Jorge Taveras, cantando “La historia de mi vida”.

Sobre ese tema,  Sabala dijo que trató de escribir una canción y le salió una biografía, “una especie de currículum vitae”, provocando los aplausos y las risas de los presentes.

Con vídeos proyectados en pantalla gigante al fondo del escenario, recordó a cantantes como Sandro, Raphael, Leo Favio  y Adamo, para compararlos con la música de moda como el regaetón y Calle 13, Don Omar, Daddy Yankee y el siemprecontroversial Tego Calderón.

Al imitar a este último reggaetonero, Julio Sabala aprovechó  el momento y el tono del artista puertorriqueño y dijo: “no me querían dejar entrar  a este país, pero m… para ellos”.

  Uno de los personajes que el auditorio más disfrutó fue el de Cantinflas, sacando de un tanque la supuesta  basura de la casa de  políticos dominicanos como el Presidente de la República, Diandino Peña, Miguel vargas, Danilo Medina, Eduardo Estrella y Milagros Ortiz Bosch, entre otros.

No faltaron las imitaciones tradicionales que hace  el artista nativo de Villa Juana en la capital dominicana, como a Juan Luis Guerra, Andrea Boccelli, Julio Iglesias y Juan Gabriel, en este último hasta se cayó al piso cuando apareció en la escena. 

Al parodiar a Luciano Pavarotti,  le cambió las letras a una de sus más conocidas interpretaciones, y en vez de “Oh sole mío”, decía “Oh profe mío”, para referirse  al  presidente  Leonel Fernández y su época de profesor en su barrio natal.

En su show de 20 aniversario, Sabala rinde homenaje con mucho respeto a dos grandes del canto hispano como la cubana Celia Cruz y la española Rocío Dúrcal, con videos y canciones.

Interactuó con la gente   en su famoso personaje de Casimiro, “a quien no le gusta el chisme, pero lo entretiene”.

Igual que como comenzó, cantando como él, sin imitar a nadie, finalizó vocalizando dos canciones a las 11:15 de la noche en la función del viernes. La segunda y última entrega se realizó el sábado en el mismo escenario del Teatro Nacional Eduardo Brito.

Una medida saludable digna de resaltar es el hecho de que la dirección del Teatro nacional y la Secretaría de Estado de Cultura, decidieron descontinuar la mala práctica de colocar sillas extras en los pasillos y pasarelas de la sala principal, algo que obstaculizaba las entradas y constituía un peligro si se presentase una emergencia.

  Lo que todavía significa  una molestia para los visitantes del más  importante escenario de República Dominicana, es la gran cantidad de escombros que permanecen  en los parqueos y aceras de la Plaza de la Cultura, casi a un mes de finalizada la Feria Internacional del Libro.

COSITAS Y COSOTAS 

 Con media hora de retraso inició el show a las 9:00 de la noche.

Una pantalla gigante con  videos musicales  sirvió de entretenimiento al público hasta iniciar la producción.

Excelente la dirección musical de Jorge Taveras y la orquesta de profesionales que acompañó al artista dominicano las dos noches.

Sabala debe actualizar el personaje de José Luis Rodríguez (El Puma), pues le faltan las canas al pelo y luce muy joven.

  La parte de danza de la celebración de los 20 años del imitador criollo en los escenarios  la pusieron por todo lo alto los ballerines Mercedes Morales y Víctor Ramírez.

    Una persona del público comentó que ya ha imitado tanto a su tocayo Julio Iglesias que hasta canta como el gallego, sin proponérselo.

 En medio de sus chistes expresó que lo más difícil es imitar a Enrique Iglesias, porque no canta.

En el segmento donde Julio hacía de Cantinflas, la música de fondo estaba muy alta y a veces opacaba la voz del cómico.

En la basura del ingeniero  Diandino Peña, encontró unos documentos de los estudios del Metro de Santo Domingo para  el peiodista Huchi Lora.

Del toque  del dirigente reformista  Eduardo Estrella sacó un mapa de República Dominicana: “que me devuelvan mi país”.

Y de  los desechos  de la casa de Miguel Vargas Maldonado,  una guía turística de Marbella, para que la gente se destornillara de la risa.

 Otro de los chistes del imitador al hacer de Julio Iglesias: “como siempre he tenido problemas con Julio Sabala, me hice dominicano”.