Son muchos los registros de cosas relevantes que han ocurrido en  la historia reciente de República Dominicana en junio de cada año. Una de ellas es la  de las expediciones del 14 y 20 de  Junio de 1959, por Constanza, Maimón y Estero Hondo, que fueron las que más incidieron en la decapitación de la tiranía de Trujillo.

Pero, además, en junio nacieron figuras que honran a la República Dominicana, como por ejemplo María Montes, la reina del Tecnicolor, de cuyo nacimiento se cumplieron este cinco de junio cien años; Pedro Henríquez Ureña, nuestro gran humanista, con un gran legajo educativo en México y Argentina, entre otros países; don Pedro Mir, escritor y  patriota que estuvo en la fracasada expedición contra Trujillo de Cayo Confites, en 1947, autor del famoso poema “Hay un país en el Mundo” y del “Contracanto a Walt Whitman”, sin contar muchos otros que nacieron en junio,  si bien   no  en la República Dominicana, pero que se identificaron con sus luchas patrióticas, entre ellos el argentino-cubano Ernesto-Ché-Guevara.

No debemos olvidar que fue precisamente el 24 de junio de 1960 durante la celebración del aniversario de la Batalla   de Carabobo que se produjo un brutal atentado terrorista contra la vida del presidente de Venezuela,  Rómulo Betancourt, en Caracas, organizado por Trujillo. Esa acción criminal contra un Jefe de Estado Extranjero dio lugar a que la Organización de Estados Americanos (OEA) impusiera sanciones políticas y económicas a la República Dominicana.

Junio nos encuentra en un nuevo aunque cuestionado proceso democrático, en el que sobresale la elección legitimada del Presidente que dirigirá los destinos nacionales a partir del 16 de agosto, pero también lo que se vislumbra en un futuro casi inmediato: la división tradicional del mayor partido de la oposición, en este caso el PRD. Esa división es precisamente lo que ha mantenido al PRD fuera del Poder, cuando ha estado a punto de alcanzarlo. La pugna por el protagonismo de viejos líderes ha sido la causa principal de ese problema, sobre el cual no vamos a abundar porque todos ellos lo saben.

Sin embargo, por esa tozudez, se le está haciendo un grave daño a un proceso que desde hace cincuenta años se mantiene, con sus imperfecciones. Se abriga la esperanza de que el presidente electo, Danilo Medina, pueda salir del atolladero que han dejado en sus manos.