POR MANUEL EDUARDO SOTO
Miami.- El ambiente era de expectación la semana pasada en el club Kary & Y del downtown de Miami, el que se hizo estrecho para acoger a todos los periodistas que querían conocer en carne y hueso al nuevo descubrimiento de Emilio Estefan y Sean “P. Diddy” Combs para su flamante sello Bad Boy Latino.

La invitación de estos representantes de “dos minorías», de acuerdo con la definición que hizo Estefan de esta nueva empresa disquera, citaba a una conferencia de prensa a la 1 de la tarde, seguida de una actuación en vivo del primer artista de su catálogo.

Era el estreno en sociedad después de tres años y medio de preparación del cantante puertorriqueño de 22 años del que se hablaba mucho desde hacia un par de meses, pero que nadie había visto en tarima.

Pero el consenso era que si estos dos monstruos de la música, uno líder dentro del mundo latino y el otro en el lucrativo mundo afroamericano, habían decidido iniciar las actividades de Bad Boy Latino con la contratación de Christiandaniel, el muchacho tenía que poseer características especiales.

Por lo que después de una larga sesión de preguntas y respuestas de Estefan, Combs y el propio artista, Christiandaniel subió al escenario y canto en vivo acompañado de su banda de seis músicos.

A través de cinco canciones, incluso “Donde quedaran”, el primer sencillo de promoción del álbum que saldrá a la venta el 26 de septiembre, el boricua de cabello largo al estilo de Juanes (“no me molesta que me comparen con Juanes, al contrario, lo admiro mucho”, dijo), jeans y camisa sencilla demostró que tiene la calidad para competir con los grandes baladistas de habla hispana en este momento.

Y no solo eso, sino que demostró que a pesar de que se define como baladista, también puede interpretar con soltura reggae, rock y hasta temas en un inglés perfecto, a pesar de que Combs había dicho en la conferencia de prensa que no tenían planes de lanzarlo en el mercado anglosajón.

Aunque Estefan mantuvo en secreto la preparación de su nuevo producto disquero, fue, en realidad, un largo proceso durante el cual les cerraron puertas en importantes disqueras, según contó Christiandaniel a HOY.

“Mi papa es publicista y viene regularmente a Miami por negocios. En uno de sus viajes conoció a Emilio, a quien le dijo que yo cantaba», relato el joven intérprete en las oficinas de Estefan Enterprises, en Miami Beach. “Luego le llevo un disco que yo había hecho de prueba, y me invito a que viniera a Miami porque le había gustado mi estilo».

Al parecer, el encuentro entre el productor disquero más poderoso de la música latina y el joven aspirante a cantante que estudiaba mercadeo en Puerto Rico fue amor a primera vista.

“Yo a los cinco años quería ser cantante», confesó Christiandaniel, quien mantuvo siempre un gusto por la música independiente de lo que estaba de moda, por lo que nunca se identificó con Menudo ni ahora con los artistas de reggaetón. “A los 16 decidí tomar clases de canto, de guitarra, de piano y me puse a escribir canciones porque mis intenciones eran serias».

La asociación de Estefan con Christiandaniel comenzó con la grabación de dos canciones,”No importa” y “Me canse de la soledad”, contó el nuevo cantante, con las que Estefan presentó el proyecto a algunas disqueras.

“Específicamente, él llevó mis grabaciones a las disqueras Universal y Sony», agregó.

“Todo el mundo me quería firmar, pero solo si cantaba reggaetón en vez de baladas, que son mi especialidad».

Pero ahí entró a actuar la experiencia de Estefan en el mundo del disco y se negó a ceder a su nuevo cantante para que se sumara a ya la larga lista de boricuas que han saturado prácticamente el género reggaetonero, el que refleja las penurias en los guetos de grandes ciudades de Estados Unidos y el Caribe.

“Emilio no quería que me engavetaran», señaló Christiandaniel, “o sea, que me contrataran y no le dieran promoción a mis discos, como sucede con muchos cantantes. Justo en esa época estaba creando un nuevo sello con Combs, quien al escucharme en vivo en Nueva York exclamó: “esto es lo que estábamos esperando»’.