MADRID (AFP).- La justicia española inició el viernes un histórico juicio por genocidio, terrorismo y tortura contra el ex marino argentino Adolfo Scilingo, el primero en el extranjero contra un ex represor de la dictadura argentina (1976-83) marcado por la aparente debilidad del acusado, aunque los médicos afirmaron que está «perfectamente en condiciones de declarar».

El juicio contra Scilingo, acusado de genocidio en concurso con 30 delitos de asesinato, 93 de lesiones, 255 de terrorismo y 286 de torturas, celebrado en la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, en Madrid, se vio obstaculizado por una indisposición del acusado, que ya a su llegada al tribunal tuvo que ser llevado en andas por unos guardias civiles por un aparente desvanecimiento.

El ex capitán de corbeta, en huelga de hambre desde el 8 de diciembre, se negó a declarar ante el tribunal de la sección segunda de lo Penal, en base a un sumario que instruyó el juez español Baltasar Garzón.

Esta primera vista, interrumpida para que los forenses de la Audiencia Nacional fueran llamados a comparecer sobre el estado de salud del ex capitán de corbeta de la marina argentina, duró casi dos horas y media, empezando a las 12H00 locales (11H00 ), una hora y media después de lo previsto.

La demora inicial no sólo fue por un mareo que dijo sufrir el acusado, sino también porque los abogados discutieron cuestiones de orden.

Reconocido por un médico forense que constató que «desde el punto de vista médico-legal puede comparecer», Scilingo entró en la sala de la Audiencia con semblante enfermo y ayudado por dos policías que lo sentaron en una silla tapándolo con una manta.

La indisposición del acusado, para quien las acusaciones popular y particular, en nombre de asociaciones de derechos humanos y víctimas, piden 6.226 años de cárcel, fue interrumpida durante 25 minutos, por decisión del presidente del tribunal, el magistrado Fernando García Nicolás.

Su actitud es «voluntaria y consciente de lo que hace», afirmó ante el tribunal uno de los forenses.

«Esperábamos esta actitud (…) y ha sido una clara sobreactuación y victimización con la pretensión de que se suspendiera» el juicio, dijo a la AFP uno de los abogados de la acusación, Carlos Slepoy, al término de la primera sesión del juicio que será reanudado el próximo lunes a las 10H30 locales (09H30 GMT).

Durante la vista, el ex capitán de corbeta, quien entre 1976 y 1977 estuvo destinado en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los mayores centros clandestinos de detención del régimen argentino, escuchó la acusación de genocidio que pesa sobre él y la lectura de sus declaraciones ante Garzón en 1997 y 1999.

Scilingo confesó ante Garzón su participación en los denominados «vuelos de la muerte», en los que opositores al régimen argentino eran arrojados narcotizados al mar, aunque posteriormente se retractó.

Según datos de entidades humanitarias, de esa forma fueron asesinados entre 1.500 y 2.000 detenidos-desaparecidos de la ESMA, por donde pasaron 5.000 de los 30.000 desaparecidos del régimen militar argentino.

Apenas dos horas y media después del comienzo de la sesión, a las 14H20 locales (13H20 GMT) el presidente del tribunal dio por finalizada la vista, señalando que trasladará a la embajada argentina la petición de Scilingo de que esa legación esté presente en el juicio.

Fuera de la Audiencia Nacional, varios manifestantes habían aguardado la llegada del ex represor argentino con varias pancartas que decían: «30.000 desaparecidos, 500 hijos robados, ¿dónde están?» o «HIJOS: no a la impunidad».

Si Scilingo persiste en su negativa de hablar, la acusación presentará el lunes un pliego de preguntas por escrito.

El jueves, comenzará la etapa testifical, durante la cual -casi todo el mes de enero- comparecerán unos 175 testigos: 60 personalmente y el resto por videoconferencia desde Buenos Aires y México.

Durante esa etapa, la acusación tratará de probar que los militares argentinos pusieron en marcha un «plan generalizado y sistemático» de represión y desarrollará la participación de Scilingo en la ESMA.

A fines de febrero se abrirá una etapa pericial y al mes siguiente se elevarán las conclusiones y los informes y el tribunal dictará sentencia.

Antes de Scilingo, ocho ex militares argentinos fueron condenados en ausencia en dos cortes europeas.

En 1990, el ex capitán de fragata Alfredo Astiz, el «ángel rubio de la muerte», que también perteneció a la ESMA, fue condenado en ausencia a cadena perpetua por un tribunal de Francia.

Diez años después, siete ex militares, entre éstos los ex generales Guillermo Suárez Mason y Omar Riveros, fueron condenados a reclusión perpetua por un tribunal de Roma.