Justicia ¿selectiva?

Justicia ¿selectiva?

RAFAEL MOLINA MORILLO
La justicia dominicana ha estado muy activa en los últimos meses. Se están conociendo casos de corrupción administrativa, como debe ser, y con ello parece avivarse la esperanza de que, con un poco de suerte, pronto saldremos del pantanoso terreno de la impunidad.

Nos anima un poco presenciar los juicios públicos que, en manos de jóvenes jueces y juezas no contaminados por el dolo, se desarrollan con transparencia en distintos tribunales de la República. El escándalo de los oficiales policiales que usaron en su provecho automóviles robados, la estafa por mil ochocientos millones de pesos del plan Renove, el escamoteo de los cheques de la OMSA, los rejuegos de los invernaderos, las acusaciones contra el ex Procurador de la República, y algún otro caso que se me pueda quedar en el tintero, son algunos buenos ejemplos de que la justicia no está dormida del todo en nuestro país.

Pero. nunca falta un pero. ¿Acaso es selectiva la justicia? ¿Por qué están engavetados otros casos tan graves o más graves que los enumerados arriba? ¿Por qué no se mueve el expediente del fraude colosal de los bancos quebrados, y sus principales actores andan por ahí, lo más campantes? ¿Por qué ya no se menciona el caso del PEME? ¿Adónde fueron a parar las famosas 30 auditorías de la Cámara de Cuentas? «Así no fue que hablamos», dice la gente de la calle. Y otro, que era más sabio que la gente de la calle, sentenciaba: «O jugamos todos, o se rompe la baraja».

(r.molina@verizon.net.do)

 

 

 

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