Me llena de satisfacción y esperanza el acuerdo mediante el cual el Gobierno hace justicia salarial con los maestros. Recuerdo cuando ganaba 18 pesos por dos horas de lunes a viernes, inclusive, como maestro de Alfabetización de la Cárcel Pública de Barahona, en el año lectivo 1955-1956. Entonces, el quinto de clases se pagaba a 10 pesos.
Un maestro de Secundaria, entonces llamada Escuela Normal, cobraba 71 o 72 pesos al mes.
En el mercado, una ensarta de pescados, recién sacados del mar, costaba 25 centavos contenía varias libras de pescados pequeños, los plátanos grandes, llenos, suaves, eran a 4 por cinco centavos y, paro de contar.
En esos tiempos de maestros, Pedro Afortunado Vargas Castro llegaba al aula y preguntaba ¿estudiaron la clase? Alguien se equivocó un día y creyó burlarse de ese sabio, quien le preguntó sobre el contenido de la clase del día, el sabichoso estudiante no había estudiado, en lo adelante todos estudiábamos la clase de ciencias físicas.
Puestos de acuerdo, el maestro Pedro Vargas disertaba sobre cualquier tema que los estudiantes quisiéramos saber o ampliar. Era un verdadero hombre del Renacimiento, y ganaba nada más que 70 y pico de pesos mensuales.
Es de justos resaltar que los maestros de entonces vestían como Arcadio Encarnación Palmer, quien tenía la elegancia de un lord inglés. Ningún alumno de Arcadio recuerda que vistiera el mismo traje durante los meses de clases.
Mi madre era una excelente maestra de primeras letras a quien le llevaban los niños que los otros maestros descartaban. Ese no aprende ni a palos, hasta que pasados cuatro o cinco meses el niño sabía leer y escribir. Al final, la jubilaron con una miseria.
Con una miseria está jubilada mi Miriam, 30 años después fue retirada como directora de la Escuela Femenina de Educación Para Adultos con una dotación mensual para que el maestro vaya muriendo a plazos, mientras recuerda la sonrisa de los niños en el aula cuando descifraban los arabescos de la escritura o la sabiduría de las enseñanzas
Ahora habrá seguro para los jubilados, adecuación de emolumentos para los retirados, justicia en el sueldo de los docentes que actualmente estudian y trabajan para dar un mejor servicio al país al transmitir sus conocimientos y enseñar a niños y jóvenes que es mejor saber pensar que memorizar.
Es tiempo de reivindicar el esfuerzo titánico de grandes educadores cuya titánica lucha en favor de justicia para los docentes, ha tenido grandes triunfos, aunque no debemos ocultar que en sus inicios, los maestros tuvieron reveses tan insólitos como la intolerancia del presidente Juan Bosch, quien desbarató una huelga de maestros.
El Gobierno ha hecho justicia salarial con los maestros
En los 50 un maestro de Secundaria ganaba unos 72 pesos
Ahora habrá seguro para jubilados, justicia en sueldos de los docentes