Justifica aumento presupuesto
para combatir guerra y terror

<p>Justifica aumento presupuesto<br/>para combatir guerra y terror</p>

Washington (EFE).- La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, defendió ayer el incremento del presupuesto asignado a su Departamento para el próximo año, con el argumento de que es vital para hacer frente a los retos de la larga guerra contra el terrorismo.

“Esos recursos son absolutamente fundamentales para nuestra seguridad nacional”, aseguró Rice en una comparecencia ante el Comité de Exteriores de la Cámara Baja en la que explicó los presupuestos con los que contará el próximo año.

“Esto es una guerra” y es una guerra global contra el terrorismo que comenzó tras los atentados del 11-S de 2001 y que puede prolongarse en el tiempo, precisó.

En total, el presidente de EEUU, George W. Bush, pidió al Congreso una partida de 36.200 millones de dólares para financiar las operaciones del Departamento de Estado durante el año fiscal 2007-2008 que comienza el próximo 1 de octubre.

A esa cantidad, dijo Rice, se añaden otros 6.000 millones suplementarios para este año que se destinarán a financiar “necesidades urgentes” que no están previstas en el actual ciclo presupuestario.

La cifra total representa un incremento del 13 por ciento con respecto al presupuesto del año pasado, según el legislador republicano Ron Paul, quien manifestó que el elevado coste de las operaciones en el exterior puede afectar al bienestar de los estadounidenses.

Además, “nuestro intervencionismo en el exterior está creando enemigos en todo el mundo”, especialmente en la región de Oriente Medio, la que Paul calificó como más preocupante.

La secretaria de Estado subrayó que el presupuesto solicitado es el necesario para hacer frente a los nuevos retos que plantea la guerra contra el terror porque, según ella, “la fuerza de las armas es necesaria pero no suficiente” para tener éxito en esa lucha.

De ahí que el Departamento de Estado esté adaptando su papel, así como los procedimientos para formar, reclutar o desplegar a su personal en cualquier parte del mundo, explicó.

Esa es la razón también, según Rice, de que el presidente Bush haya designado por primera vez a su Departamento como una agencia de seguridad, junto con el Pentágono y el Departamento de Seguridad Nacional.

Como ejemplo, explicó que uno de los desafíos a los que trata de hacer frente, junto con el Departamento de Defensa y el de Educación, es el del déficit en personal con conocimientos de lenguas como el árabe, chino o farsi.

“Eso es sólo un ejemplo de lo que tratamos de hacer para prepararnos mejor a largo plazo para la guerra contra el terror”, añadió.

Otros de sus proyectos se centran en la reestructuración de la ayuda exterior, para garantizar que contribuye al desarrollo, y en el refuerzo de los equipos civiles de reconstrucción que cumplen su misión en lugares de riesgo como Irak o Afganistán.

“Sabemos que corren peligro. Hemos hecho lo posible para garantizar su seguridad” y “esa es una de las razones por las que aumentan nuestros costes de seguridad”, dijo Rice.

Pese a que las mayores partidas se destinarán a zonas conflictivas como Irak, Afganistán o Líbano, la secretaria de Estado explicó que también se están haciendo esfuerzos en otras partes del mundo, incluida Latinoamérica.

En esa región, recordó, la ayuda de Washington “se incrementó de forma espectacular desde el inicio de esta administración”.

En respuesta a una pregunta del legislador demócrata Eliot Engel, Rice explicó que hoy en día los mayores recursos destinados a Latinoamérica se concentran “en un número de países que creemos que tienen una oportunidad de despegar” (a nivel de desarrollo), especialmente en Centroamérica, pero también se está ayudando a otras naciones, entre las que citó a Uruguay.

“Tratamos de ajustar muchas necesidades y preocupaciones en un presupuesto creciente, hay que reconocerlo, pero todavía relativamente pequeño”, precisó.

Critica a Chávez
WASHINGTON (AFP).-
La secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice se sumó ayer, miércoles, a la reciente ola de críticas de su gobierno contra el presidente venezolano, Hugo Chávez, a pesar de llamar a evitar “una lucha retórica” con Caracas que perjudicaría la agenda de Washington para América Latina.

“Creo que el presidente de Venezuela está destruyendo realmente su país económica y políticamente”, denunció Rice ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, al presentar el proyecto de presupuesto para su Departamento para el año fiscal 2008 que empieza en octubre.

“Pienso que (Venezuela) está en una transición negativa”, añadió la jefa de la diplomacia estadounidense, una semana después de que el Congreso venezolano otorgara a Chávez poderes especiales para gobernar por decreto durante 18 meses.

Sus declaraciones se sumaron a las manifestaciones del presidente George W. Bush la pasada semana, cuando se declaró “preocupado” por la “disminución” de la democracia en Venezuela y por las nacionalizaciones que contempla ordenar Chávez.

   El probable futuro número dos del Departamento de Estado, John Negroponte, había abierto la serie de acusaciones contra Venezuela hace una semana, cuando acusó a Chávez de ser “una amenaza para las democracias latinoamericanas”, hablando ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado que debe confirmar su nombramiento.

   El presidente venezolano respondió a Bush y Negroponte, acusándolos de “criminales de guerra” y dijo que “deberían ser enjuiciados y encarcelados por el resto de sus días”.

   En una primera reacción a los dichos de Rice, el ministro venezolano de Información y Comunicación, William Lara, desestimó las declaraciones de la secretaria de Estado.

   “No nos preocupa en lo absoluto la nueva campaña contra Venezuela reforzada por voceros del Departamento de Estado de Estados Unidos, por voceros del Congreso de ese país, porque esa campaña tiene largo tiempo en desarrollo”, dijo en conferencia de prensa.

   Tras sus fuertes críticas contra Chávez, al que no citó con nombre y apellido como Bush la pasada semana, Rice aprovechó la pregunta del representante republicano de Florida (sureste) Connie Mack, uno de los más feroces críticos de Caracas, para pedir moderación al Congreso.

   “Una cosa que queremos evitar es entrar en una lucha retórica con el presidente de Venezuela, porque retira la atención de nuestra agenda positiva para América Latina”, afirmó, en respuesta a Mack que se había quejado del tono demasiado suave del Departamento de Estado sobre Venezuela.

   El jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Tom Shannon, imprimió un tono moderado a las declaraciones de Washington sobre Venezuela desde su llegada al Departamento de Estado hace poco más de un año.

   Su presencia no impidió declaraciones duras del Gobierno estadounidense como las de los últimos días, a pesar de que dan “carne roja” a Chávez, como alertó el analista Michael Shifter, vicepresidente del centro de estudios Diálogo Interamericano.

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