El cantante canadiense Justin Bieber recibió un momento de inspiración cultural divina y decidió visitar el Vaticano en exclusiva pagando la ‘módica’ cantidad de 20.000 euros. Un precio que debe ser corto por la ‘deuda que contrajo’ hace dos años con este emblema mundial.

De acuerdo al portal Qué de España, Justin Bieber ha decidido darse un respiro nocturno y en vez de gastar tanto en desfase, discotecas y mujeres en clubes de alterne lo ha destinado a una actividad cultural mucho más interesante: darse un paseo en solitario por el Vaticano. Una visita exclusiva, al alcance de muy pocos, que le supondrá un desembolso de cerca de 20.000 euros.

Sin embargo, el joven cantante canadiense parece no haber tenido mucho problema en pagar lo que la mayoría de las redes sociales ha considerado una auténtica barbaridad. Y es que, según apuntan varios medios estadounidenses, Justin Bieber tenía una cuenta pendiente con el Vaticano, el cual confundió hace un par de años con la Capilla Sixtina. Tampoco fue capaz de contestar a David Letterman, un presentador de un conocido show en TV, cuales eran los continentes.

Eso sí, Justin decidió que su visita al Vaticano fuera muy especial. Por ello, no se separó ni un solo momento de su balón. Sí, en vez de llevarse una cámara fotográfica el canadiense metió consigo en el recinto emblemático de la ciudad italiana una pelota de fútbol con la que irritó al empleado que le estaba explicando interesante toda la historia que tenía a su alrededor.

Justin Bieber dio rápidamente por concluida la visita y prefirió centrarse en otras partes de la ciudad como el Coliseo, el cual parece que sí respetó según confirmaron varios miembros del monumento a Daily Mail.

Cansado de tan ajetreado día de enriquecimiento cultural, el cantante canadiense decidió retirarse a relajar  su mente, pero a activar su cuerpo, y por ello, salió por la noche a conocer algunas de las discotecas más exclusivas de Roma, donde se le ha visto muy entregado con un par de amigos.