La juventud católica consolidó su fe en los valores cristianos e invitó a la participación social y política, al concluir ayer el Congreso de la Juventud Arquidiocesana, celebrado en el Club Deportivo Mauricio Báez, en Villa Juana.
Los participantes reafirmaron su compromiso con los principios cristianos, en aras de lograr una sociedad más incluyente.
Según el padre Luis Rosario, coordinador de la Pastoral Juvenil, el evento duró tres días y fue un preludio para el Día Nacional de la Juventud, que será celebrado el martes 31 de enero.
Para él, se logró concienciar a los participantes en la defensa de la fe y en la misión cristiana, de llevar la Cruz a las almas juveniles.
Rosario encomió la participación de los jóvenes pertenecientes a las parroquias de la Arquidiócesis, y encareció el entusiasmo expresado en el congreso.
Exaltó además las actividades desarrolladas: charlas, misa, conciertos. Ponderó la celebración del Día Nacional de la Juventud, en honor a San Juan Bosco, un modelo para la juventud.
El cura ansía que los jóvenes participen no solo en la Iglesia, sino también en la sociedad. De ahí, su llamado a la acción política a favor de un mejor país.
“En la Iglesia Católica este año todo gira en orden a animar a la participación, y el joven no solamente puede participar en la Iglesia: tiene también que aportar a la sociedad”, estimó.
Según él, uno de los logros del evento consistió en fomentar la conciencia de los jóvenes, para convertirlos en baluartes de la fe ante la lucha por la vida.
Por tanto, la vida es asumida como una “lucha permanente” en cada etapa de la existencia, no solo durante la gestación.
Para promover ese credo, la gineco-obstreta Senia Castillo ofreció una charla, en el que defendió la vida desde la concepción hasta la muerte. Se opuso al aborto en todas sus vertientes, y orientó a los asistentes en los aspectos médico, legal, ético e informativo.
A propósito, una de las organizadoras del evento, Lucía Pinales, hizo una firme apología de la vida.
“El aborto, como quiera que quieran ponerlo, es un crimen. Si lo aceptamos, estamos diciendo que en nuestro país se acepta prácticamente la pena de muerte”, observó.
A estas palabras agregó una reflexión: “¿Por qué condenar al niño y no al violador? ¿Por qué no se crean leyes para prevenir todo aquello? Queremos sacar la solución más fácil: matar al niño inocente”.
Para ella, el Congreso superó las expectativas: “habíamos trabajado para unos 450 jóvenes y nos han llegado casi 600”.
Pinales promueve la participación política para lograr el bienestar común.
Alexis Marte, también organizador, opina lo mismo y resalta que participaron jóvenes de 217 parroquias del Gran Santo Domingo.
El Congreso involucró jóvenes y adolescentes del Distrito Nacional y las provincias Santo Domingo y Monte Plata, y giró en torno a la participación como eje central. Hubo talleres, reunión de grupos y charlas.