El economista francés Hervé Juvin afirmó que las expectativas que inicialmente se crearon con la globalización para dar solución a los principales problemas del mundo, tal como la libertad de comercio, de circulación de los servicios y de las personas, el resultado es que se han reafirmado las individualidades nacionales y sociales.
El intelectual basa su explicación en que las sociedades, los hombres y las naciones, no han terminado con sus propias historias particulares; el peso preciso del cambio de la mundialización es que la historia se repone en marcha, y la historia está hecha de hombres que afirman sus identidades, de naciones que tienen sus propias originalidades, de comunidades humanas que quieren ser autónomas.
Citó el ejemplo de lo que pasa actualmente en el mundo árabe, donde no son los mercados financieros, ni Estados Unidos o Francia quienes están escribiendo la historia de estos pueblos, porque en su opinión la economía no hace sociedad y el reino del mercado no ha puesto un final a la historia.
Durante una entrevista para HOY, Juvin, quien vino al país invitado por la Fundación Global, dijo que quienes pensaron que los medios de comunicación lograrían la unificación en torno a la globalización, cometieron un error porque los fundamentalistas, los extremistas, se sirven de Internet y telefonía móvil.
Lo que a su juicio ha pasado es que se ha el neocolonialismo el mundo, porque la realidad es que la globalización ha permitido a una pequeña parte de la población humana adquirir un control, un derecho de propiedad y una riqueza que no se podían imaginar antes.
No obstante, para Juvin hay solidaridad y sistemas sociales y existe una cierta igualdad solamente dentro de una comunidad política que está determinada por su frontera.
Señaló que cada vez que Estados Unidos ve que sus intereses están en juego no respeta ninguna de las leyes de comercio internacional, al igual que China, por lo que recomendó a Estados como el de República Dominicana que sepa captar inversiones, permitir los inmigrantes que necesite y preservar sus recursos naturales.
El juego de todo Estado y de toda nación es manejar esta relación entre el corto y largo plazo, afirma Juvin, quien agregó que lo aconsejable es aceptar el capital extranjero sin ser colonizados, estar abiertos a otras poblaciones sin ser invadidos, y estar abiertos a las actividades económicas sin destruir sus recursos.
El economista manifestó que constituiría un error que el Gobierno dominicano permita que la totalidad de las costas puedan ser compradas por inversionistas y que se pueda construir lo que ellos quieran, porque a corto plazo representa mucho dinero, pero para 10 años no tendrían ningún atractivo.
Reafirmó que constituye un acto de ingenuidad pensar que la globalización es un reflejo fiel de la ley de la oferta y la demanda, porque a su juicio detrás de la globalización está la hiperpotencia norteamericana que impone sus intereses al mundo.
Consideró que lo obvio es que toda nación trate de lograr su autonomía en términos alimenticios, de energía y de propiedad de sus suelos, y en el caso de República Dominicana, Juvin dijo: Estoy convencido que Santo Domingo, por la riquezas del mar, del sol y del viento, puede inventar en los próximos 10 años, medios de autonomía alimenticia y energética.
Estimó que el imperativo es reducir la dependencia de otras potencias. El ejemplo de la crisis reciente es que mientras más ligada estaba una nación con Estados Unidos, más le tocó la crisis, por la única razón de que la crisis es del sistema financiero y bancario de Estados Unidos. Cuando las monedas no son convertibles en países que no participan en el sistema financiero internacional, no hubo crisis.
Zoom
El Medio Oriente
Al analizar la situación del Medio Oriente, la definió como la irrupción de los pueblos donde poblaciones compuestas de más del 50% por personas menores de 25 años, desean gobernarse ellos mismos, y estamos al inicio, ni Estados Unidos, ni Francia ni España deciden lo que pase allá.
En peligro
Estimó como probable que en el Medio Oriente y África haya unos diez regímenes en peligro. Nadie sabe lo que será Túnez, Egipto o Libia en un mes o seis meses.
El caso de Haití
Dijo que situación de Haití es responsabilidad de élite haitiana.