ALEXANDRIA, EEUU,  (AFP).- La jueza encargada del proceso del francés Zacarias Moussaoui dijo ayer, lunes, que el acusado había sido “el más difícil” de su carrera, felicitó a la defensa por su trabajo y estimó que el proceso había sido “justo”, cuando los miembros del jurado acababan de retirarse a deliberar.

“Jamás me había tocado un acusado tan difícil como éste”, dijo la magistrada Leonie Brinkema, quien durante meses se vio obligada a sufrir los insultos de Moussaoui, cuando éste asumía su defensa y la calificaba como “jueza de la muerte”, “jueza SS”, o “idiota”. Al salir de la sala, el acusado aplaudió, mientras exhibía una amplia sonrisa cargada de ironía.

Para condenarlo a la pena de muerte, los jurados deberán alcanzar un veredicto unánime; si uno solo de ellos se opone a la pena capital, será condenado a cadena perpetua. Los nueve hombres y tres mujeres que componen el jurado deberán decidir si la acusación ha probado por lo menos una de las tres circunstancias agravantes establecidas por la ley federal para que se pueda aplicar la pena de muerte: que el acto haya puesto en peligro a otras personas además de las víctimas, que haya sido premeditado y que haya sido cometido de manera particularmente cruel.