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TRÍPOLI. AFP. El dirigente libio Muammar Kadafi cerró ayer la cumbre extraordinaria de la Unión Africana dedicada a las guerras en el continente, en presencia del presidente venezolano Hugo Chávez y del dominicano Leonel Fernández, tras acusar a Israel «de estar detrás de todos los conflictos en África».
Chávez y Fernández presenciaron la ceremonia de clausura y participarán hoy, martes, en los festejos de los 40 años de la llegada al poder de Kadafi en Libia.
«Una África unida es una África libre», declaró Chávez, quien se congratuló por los «40 años de la revolución verde» en Libia.
Unos 30 jefes de Estado de la UA, entre ellos el presidente sudanés Omar El Bechir, que tiene una orden de arresto internacional emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes en Darfur, asistieron a esta «sesión especial», en la que, según el orden del día, se dedicará una atención especial al caso de Somalia. La cumbre marca el 10º aniversario de la proclamación de esta organización panafricana y se desarrolla cuando reina en la capital libia un ambiente festivo, la víspera de las celebraciones por el aniversario de los 40 años de la llegada al poder del coronel Kadafi. Israel está «detrás de todos los conflictos en África», lanzó el líder libio durante el acto inaugural y pidió que se cerraran todas las embajadas israelíes en el continente.
Israel «utiliza la protección de las minorías como pretexto para desencadenar conflictos», indicó.
«Los israelíes forman una banda y están detrás de todos los problemas de África», agregó Kadafi, afirmando que una facción rebelde de Darfur abrió una representación en Tel Aviv y que París protege a su jefe, en alusión al Movimiento de Liberación de Sudán (SLM) y su jefe histórico Abdelwahid Mohamed Nur, exiliado en Francia.
Además de Bechir, el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, también asistió a la cumbre que se desarrolló en una carpa gigante armada en el puerto de Trípoli.
La cumbre examinó los medios para «apoyar más al gobierno somalí de transición (TFG), reforzando sus instituciones y mejorando la seguridad del país», en momentos en que el presidente somalí Sahrif Cheij Ahmed, presentado como islamista moderado, se enfrenta desde principios de mayo a una amplia ofensiva de los islamistas radicales.
