Washington, 22 de Septiembre (EFE).-
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, anunció este viernes la creación de la primera oficina del Gobierno federal dedicada a combatir la violencia de las armas de fuego, que se cobra la vida de 120 personas al día en el país.
En una ceremonia en la rosaleda de la Casa Blanca, Harris dio detalles sobre la creación de esa oficina que ella misma dirigirá y precisó que buscará poner fin a la “epidemia” de violencia armada que golpea a Estados Unidos y que ha cambiado la vida de hasta los más pequeños.
En ese sentido, narró las escalofriantes experiencias relacionadas con la violencia armada que escuchó de decenas de estudiantes durante una serie de visitas a diversas universidades a principios de este mes. Explicó que, cuando visitaba esas universidades, preguntaba a los alumnos si de niños habían tenido que hacer simulacros para preparase para un tiroteo en la escuela y, en cada ocasión, un “mar» de manos se alzaba en señal afirmativa.
“Hoy en día, en su primer día de escuela, los estudiantes aprenden el nombre de su maestro, la ubicación de su pupitre y cómo esconderse y guardar silencio ante una persona armada”, lamentó Harris.
Harris, la primera afroamericana y la primera mujer de origen indio en alcanzar la Vicepresidencia de EE.UU., enfatizó también el impacto desproporcionado que la violencia armada tiene en la comunidad afroamericana e hispana.
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Los afroamericanos tienen diez veces más probabilidades que sus pares blancos de ser víctimas de homicidio o violencia armada, mientras que los hispanos tienen el doble de probabilidades que los blancos, destacó. “Pero estas no son solo estadísticas», son vidas.
Se lo debemos a quienes viven con miedo, debemos actuar sin demora. En el tema de la violencia armada, no tenemos un momento que perder, ni una vida que desperdiciar”, afirmó.
Según informó la Casa Blanca, Harris fue elegida para liderar esta iniciativa por la pasión que siente a nivel personal por este asunto.
Como fiscal general de California entre 2011 y 2017, desempeñó un papel destacado en el control de armas en el ámbito de la aplicación de la ley y, durante su período en el Senado entre 2017 y 2021, impulsó varias iniciativas para prohibir las armas de asalto y fortalecer los controles de antecedentes para los compradores de armas. L
a nueva oficina tendrá la misión de coordinar los esfuerzos de diversas autoridades estatales y locales en la lucha contra la violencia armada y también ayudará a implementar una ley aprobada por el Congreso el año pasado, en la que fue la medida más significativa en materia de control de armas en los últimos 30 años.
Entre otras cosas, esa ley reforzó el control de antecedentes para aquellos menores de 21 años que quieran comprar un arma y estableció fondos para que todos los estados implementen las llamadas leyes de “alerta de peligro” (“Red Flag«), que permiten activar un procedimiento legal para confiscar las armas de fuego de quienes representen un peligro para terceros o para sí mismos.
De acuerdo con la Casa Blanca, 120 estadounidenses mueren por heridas de armas de fuego cada día y una de cada cinco personas en EE.UU. ha perdido a un ser querido por la violencia armada.