Karl Malone dice criollo Towns es su favorito

Karl Malone dice criollo Towns es su favorito

El atleta de baloncesto e inmortal de la NBA, Karl Malone, se declaró ayer un fiel seguidor de las actuaciones del centro dominicano, Karl Anthony Towns, de los Wolves de Minnesota en la NBA.
Afirmó que el centro de Minnesota, el dominicano Anthony Towns es uno de sus jugadores favoritos porque acciona en la misma posición que él jugó en el NBA.
“Me gusta verlo accionar, es un tipo duro en la cancha y tiene mucha pasión por el juego”, subrayó el ex-rebotero de los Utah Jazz en la década de los 80 y 90.
Exclamó que esos tipos fogosos como Karl le fascinan verlo ante sus rivales, ya que nunca se entregan.
Sobre Al Horford, de los Celtis de Boston, declaró que recuerda sus grandes actuaciones que tuvo hace unos 11 años con el equipo de la Florida en la NCAA donde ganó dos títulos y luego su incursión en la NBA, con Atlanta y ahora con Boston.
“Estoy feliz porque jugué contra su padre, Tito, en los años 80 y me da gusto ver como la generación de muchos de esos jugadores les ha seguido el paso de sus padres.
“Al Horford es una gran persona y hace un juego de mucho aporte a su equipo en la NBA”, precisó.

Visitó fabrica Ron Barceló. El ex-astro de la NBA, visitó ayer junto a su esposa y su hija, las instalaciones de la fábrica y el centro histórico de Ron Barceló en San Pedro de Macoris.
Allí recibió todas las explicaciones de parte de los ejecutivos de Barceló, quienes le dieron un “tour” y Malone al final dijo quedó fascinado. “He conocido cosas que jamás me imaginé, aunque lo tenía en mente, porque los rones, me apasionan”, añadió.
Malone presenció las barricas donde añejan el ron Barceló, cómo los procesan y los envejecen. “Ha sido una grata experiencia visitar la fabrica de Ron Barceló”, acotó.
Lo sorprendieron con un ballet. Tras concluir el recorrido, cerca de las 2:40 de la tarde, los ejecutivos de Ron Barceló sorprendieron al ex-NBA y a la salida lo esperaba un ballet folklórico que interpretó varios merengues. Malone no se aguantó y sacó a bailar a su esposa, ante la algarabía de los presentes. “Esto es fabuloso, jamás olvidaré esta visita, he bailado merengue dominicano”, con una amplia sonrisa. Todo fue alegría y felicidad.

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