Katia Jiménez Martínez:
«Donde hay mucho amor, las leyes sobran»

Katia Jiménez Martínez:<BR> «Donde hay mucho amor, las leyes sobran»

POR NELLY RAMÍREZ
Es una mujer de carácter fuerte y decisiones contundentes, pero a la vez de gran sensibialidad humana. Ha desarrollado importantes funciones judiciales, en las que se ha destacado grandemente como profesional del Derecho, llenando sus expectativas personales y de quienes la designaron en puestos que hasta entonces sólo habían sido ocupados por hombres.

Inició su papel de jueza siendo muy joven y con pocos años de graduada de doctora en Derecho, de lo que se siente altamente satisfecha por haber ejercido una labor judicial en un momento en que no se tenía experiencia con mujeres, sino que había sido exclusiva de los hombres.

Katia Jiménez Martínez fue parte de la corriente denominada «Nueva justicia» surgida en 1997, en la que llegó a dirigir la Décima Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, cuyas nueve salas restantes eran dirigidas por hombres.

Por su trayectoria de trabajo, no cabe duda de que los logros alcanzados responden a sus propios méritos. Ha tenido bajo su responsabilidad la decisión de expedientes muy díficiles, referentes a homicidios, tráfico y tenencia de estupefacientes, y otros más, tras cuyas conclusiones nunca ha perdido el sueño, porque entiende que ha actuado de manera justa.

«Como jueza nunca he tomado una decisión de la que luego me haya arrepentido, o me haya quitado el sueño, yo todas las noches duermo tranquila».

Con palabras de satisfacción, la magistrada dice que uno de los casos que para ella en el transcurso de su carrera judicial ha tenido un significado muy especial fue el del periodista Orlando Martínez, porque en la época que ocurrió ese hecho ella era apenas una niña que rondaba los seis o siete años, y que luego de 25 años, tuvo la oportunidad de participar en un pasado reciente que hasta entonces desconocía, pero que conoció y llevó a la justicia a los involucrados.

«El conocimiento del caso de Orlando Martínez tras tantos años, primero por una mujer y luego por alguien que desconocía totalmente el hecho, fue de gran trascendencia para la justicia nacional, especialmente para mí como profesional».

«Los logros obtenidos en mi carrera judicial no sólo han sido satisfactorios en el ámbito profesional, sino también en términos humanos, la labor de juez me ha permitido crecer mucho, porque cuando uno juzga aprende de ese hecho».

LA JUSTICIA DOMINICANA

«Pese a las críticas que siempre se suscitan en torno al sistema judicial, éste ha logrado importantes avances desde 1997, los cuales se pueden advertir fácilmente. Sin embargo, creo que aún falta por lograr que todos veamos la justicia como un servicio y no como un poder; y que los jueces asumamos el compromiso de servir de manera altruista, e independientemente de ser parte de un poder del Estado, ofrecer un servicio sin autoritarismo».

Considera la magistrada que el jurista debe ser un profesional dispuesto a viabilizar y agilizar de manera desprendida cada caso puesto a su responsabilidad.

Sobre su experiencia personal dice estar satisfecha con el papel realizado como jueza hasta el momento. «Mi mayor satisfacción como profesional del Derecho es que nunca me he corrompido, y que cada caso que ha pasado por las manos de Katia Jiménez Martínez ha sido juzgado de manera sana y de acuerdo a los criterios legales».

Entiende que uno de los logros de trascendencia de la justicia dominicana es la entrada en vigencia del Nuevo Código Procesal Penal, el que afirma pone fin a situaciones que generaban constantes aplazamientos de casos judiciales.

ORIGEN

Nació en Santo Domingo, en el sector de San Carlos. Sus padres son: Joaquín Jiménez y Milagros Martínez de Jiménez, ambos bioanalistas. Es la segunda de tres hermanos: Miguel, el mayor y Clarisa la menor.

Tiene dos hijos: Alejandro de cuatro años y Deborah Michel de dos.

ESTUDIOS

Cursó sus estudios primarios y secundarios en los colegios católicos Serafín de Asís y Santa Clara, mientras que los superiores los realizó en la Universidad Iberoamericana (Unibe), donde obtuvo con honores el título de doctora en Derecho en 1992.

En 1998 realizó una especialidad en Estudios Judiciales en la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).

EXPERIENCIA LABORAL

Durante dos años ejerció su profesión de manera independiente, hasta que en 1995 fue nombrada abogada ayudante del fiscal del Distrito Nacional, posición que ocupó hasta abril de 1998, fecha en que fue seleccionada, previo concurso, en el puesto de juez presidenta de la Décima Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional. Fue la primera mujer que ejerció esa función judicial para entonces.

Ha sido responsable de importantes expedientes judiciales, tales como el de Rolando Florián Félix, Orlando Martínez y el tan mencionado de la «Reina del Éxtasis».

En el año 2001 fue ascendida a la posición de jueza presidenta de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, cargo que nace como una nueva figura judicial en ese momento. Fue también presidenta de sala y primera sustituta de la Corte de Apelación del Distrito Nacional en agosto de 2001, para luego ocupar el puesto de primera sustituta de la Cámara Civil, Comercial y Laboral de la Corte de Apelación de Barahona.

En febrero de 2004 fue trasladada nuevamente al Distrito Nacional a ocupar el puesto de jueza de la Segunda Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación, cargo que actualmente ejerce paralelamente con el de la Cámara de Calificaciones apoderada del caso Baninter.

Es además profesora de la asignatura de Derecho Penal General y Derecho Penal Especial, en la Universidad Iberoamericana (UNIBE), así como de la asignatura Función Juez de Paz Ordinario en la Escuela Nacional de la Judicatura.

A CORAZÓN ABIERTO

Le preocupa: el futuro de la sociedad dominicana, especialmente el de la juventud.

Una hora: el atardecer, porque es la antesala de la noche, tiempo para descansar y compartir con sus hijos.

Un día: el domingo, porque aprovecha para reunirse con sus padres e hijos.

Comida: las pastas.

Bebida: vino tinto.

Música: instrumental.

Fruta: el mango.

Aroma: el café.

Color: azul.

Lectura preferida: toda la relacionada con su carrera, de superación personal y espiritual y las novelas.

Autora: Isabel Allende.

Le teme: a Dios.

Se define como: muy sensible.

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