MIAMI, EEUU (AFP).- Al menos dos personas murieron este jueves en Florida, al sureste de Estados Unidos, debido al pasaje del huracán Katrina por esta región, que ya aceleró el alza de los precios del petróleo.

   Un hombre de 25 años murió en Fort Lauderdale, 40 km al norte de Miami, cuando un árbol arrancado por la fuerza del huracán cayó sobre su auto, en tanto un peatón también falleció por las heridas recibidas al ser aplastado por otro árbol en la misma localidad.

   Numerosos árboles han sido arrancados por los fuertes vientos, que también afectaron a las líneas del tendido eléctrico, dejando sin energía a millares de personas, señalaron fuentes de los servicios de seguridad.

    A las 23H00 GMT, el ojo del huracán Katrina, de categoría uno, la más leve de la escala Saffir-Simpson, había alcanzado la costa de Florida, entre Hallandale Beach y North Miami Beach, según un boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.

    El huracán se desplazaba hacia el oeste a una velocidad de 10 km/h. Esta tendencia debería mantenerse durante las próximas 24 horas, llevando el ojo de Katrina sobre las costas y el interior del territorio de Florida en el transcurso de la noche del jueves al viernes.

   Los vientos máximos eran de 128 km/h, con ráfagas que alcanzaban los 140 km/h.

   Un huracán de categoría uno puede provocar importantes inundaciones costeras.

   La intensidad del viento, de 119 a 153 kilómetros por hora, puede producir impresionantes daños en estructuras prefabricadas, además de arrancar árboles y paneles de señalización. Pero los inmuebles de construcción firme en general pueden resistirlos.

   Con un huracán de categoría uno, el nivel del mar se eleva de 1 a 1,70 metros.

   «Es importante considerarlo seriamente», advirtió el gobernador de Florida, Jeb Bush, hermano del presidente estadounidense George W. Bush, mientras Katrina todavía era considerada una tormenta tropical.

   En prevención, las oficinas públicas y escuelas del sureste de Florida cerraron sus puertas este jueves.

   Las autoridades urgieron a los residentes en casas rodantes y de áreas costeras, incluida Miami Beach, a desplazarse hacia sitios más seguros.

   Los residentes de Florida deben esperar fuertes lluvias, inundaciones y «grandes y peligrosas olas», advirtió la meteoróloga del NHC, Stacy Stewart.

   La tempestad azotó las Bahamas en la madrugada del jueves, privando a varias regiones de electricidad. Los aeropuertos del archipiélago turístico habían cerrado la víspera.

   En Florida los aeropuertos del sureste operaban normalmente en la mañana del jueves, pero varios puertos y terminales de cruceros fueron cerrados, al igual que algunas playas y hoteles en la costa.

   La aproximación de Katrina llevó a los organizadores del premio MTV de música a anular varias fiestas previstas, pero mantuvieron la ceremonia planeada para la noche del domingo en Miami.

   Por lo pronto, Katrina aceleró el alza de los precios del petróleo, ante los temores de los inversores de que afecte la producción en los yacimientos del Golfo de México, donde se concentra un cuarto de la infraestructura petrolera estadounidense.

   Katrina es la undécima tempestad de la temporada en Estados Unidos.

   El año pasado las refinerías y yacimientos del Golfo de México demoraron semanas en recuperarse del pasaje del huracán Iván.

   Este año, los meteorólogos prevén una temporada de tormentas más intensa que lo acostumbrado. Expertos estadounidenses advirtieron que todavía de siete a nueve ciclones podrían producirse antes del comienzo del otoño boreal, en el Caribe y sureste de Estados Unidos.