Washington. El nominado por el presidente Donald Trump para el Tribunal Supremo de Estados Unidos, Brett Kavanaugh, y su supuesta víctima de abuso sexual Christine Blasey Ford mantuvieron este jueves sus respectivas versiones en una audiencia política, donde se vieron lágrimas y reproches.
Ford acudió al Capitolio para ser interrogada por el Comité Judicial del Senado. “Creía que me iba a violar. Grité. Cuando lo hice, Brett me tapó la boca con la mano”, narró Ford.
El magistrado inició su comparecencia con un discurso en tono desafiante abroncando a los senadores demócratas. “El proceso de confirmación se ha convertido en una vergüenza nacional”, dijo Kavanaugh, “mi familia y mi nombre han sido total y permanentemente destruidos”, subrayó, y aseguró que no cuestionaba que Ford fuera víctima de un abuso, pero que no fue él.