Camaleónica y con gran parecido a la mítica actriz Audrey Hepburn, la londinense Keira Knightley, a sus 22 años, fue  candidata a un Globo de Oro por su trabajo en el filme “Expiación”. Su carrera hacia el Oscar no ha hecho más que empezar y su belleza está en boca de todos, dice en un reportaje la agencia EFE.

De rasgos suaves y belleza etérea y mirada enigmática, Keira Knightley se ha convertido en una gran estrella en menos de una década. Enamoró al público desde que trabajo en la película “Quiero ser como Beckham”,  y sus cambios de imagen han sido tan comentados como seguidos.

Su elegancia y delgadez siempre han estado acompañadas por acusaciones de anorexia, pero lejos de sufrir esa terrible enfermedad, la protagonista de “Piratas del Caribe” goza de una extraordinaria salud que junto a su natural belleza la convierten en una actriz con estrella.

Sus ojos, su cuello de cisne, su sonrisa, su estilizada silueta y su innata elegancia hacen que muchos amantes del cine la comparan con la inolvidable Audrey Hepburn. Pero Keira tiene estilo propio: fresco y sensual.

Desde que saltará a la fama, Keira, en cada una de sus apariciones en público, ha lucido extraordinarios diseños de alta costura que han estado acompañados con maquillajes naturales y sofisticados a partes iguales.

El cabello le ha servido para cambiar de “look” y está tan favorecida con el cabello castaño como con el dorado. Su enigmático rostro no ha perdido ni belleza ni frescura cuando su cabello ha pasado de media melena a larga, incluso corta. Muchos estilistas la prefieren con el pelo en un tono castaño y sobre los hombros.

Lejos de los objetivos, Keira prefiere vestir con ropa cómoda. Los vaqueros, las camisetas, las rebecas y las playeras son sus prendas favoritas. Como complementos gafas de sol y bolsos tamaño tamaño XXL.

SIEMPRE SOÑÓ CON SER ACTRIZ

 “Acepté el papel de ‘Expiación’ porque el guión me hizo llorar y eso hace que merezca la pena interpretarlo. No leí la novela en la que está basada la película “Atonement”, del británico Ian McEwan, antes de su primer contacto con el guión”. Aunque sí lo hizo después porque quiso profundizar en el personaje.

 “No he rodado la película en busca de un Oscar, sino porque lo importante es interpretar papeles que gusten a la gente”, explicó la actriz.

Rostro de Coco Chanel, candidata a un globo de oro por “Expiación”, la británica creció en el seno de una familia de artistas. Su padre, Will Knightley,  actor de teatro, y su madre,  Sharman MacDonald, escritora y actriz ocasional.

La candidata en 2006 al Oscar a la mejor actriz por “Orgullo y prejuicio”, desde los seis años participó en programas de televisión y se apuntó a clases de baile para introducirse de alguna manera en el mundo de la interpretación, pero no dio el salto a la gran pantalla hasta que debutó con “Dos mujeres” en 1994, una película británica de Moira Amstrong.

Sin embargo, no fue hasta 1999 cuando empezó a darse a conocer en Hollywood, cuando participó en la superproducción “Star Wars. Episodio I: La amenaza fantasma” en la que protagonizaba a Sabé, la encargada de suplantar a la Princesa Amidala.

Unos años más tarde, en 2001, compartió cartel con Thora Birch, hija de Kevin Spacey en la premiada película “American Beauty”, en la película de terror “The Hole” y un año más tarde apareció en “Quiero ser como Beckham”, una comedia de Gurinder Chadha.

En 2002 también apareció en filmes como “Thunderpants”, de Meter Hewitt y “Pure”, dirigida por Gillies Mackinnon.  Su salto a la fama le vino de la mano de su interpretación en “Piratas del Caribe. La maldición de la Perla Negra” en 2003, en la que interpretó a la hija de un gobernador que era secuestrada por el Capitán Jack Sparrow, interpretado por Johnny Deep.

En 2003 trabajó en la comedia inglesa “Love Actually” una película de Richard Curtis y en 2004 estrenó “El Rey Arturo”, donde interpretó el papel de la reina Ginebra.

Un año después, el director de cine John Maybury le ofreció un papel en su película “The Jacket”, en la que encarnó el papel de co-protagonista de Jackie, junto a Adrien Brody.

Con “Orgullo y prejuicio” una cinta de Joe Wright, basada en la homónima novela de Jane Austen, en la que encarna a Elizabeth Bennet, una joven provinciana, Keira obtuvo la candidatura a los Globos de Oro como mejor actriz de comedia. 

Tras protagonizar la fallida “Domino” (2005), sobre la vida de Domino Harvey, una famosa caza recompensas estadounidense, Keira trabajó en 2006 en las dos últimas entrega de “Piratas del Caribe”, que se rodaron a la par.

Y después se metió en la piel de la concubina de un comerciante en el Japón del siglo XIX en “Silk”, junto a Alfred Molina,  el drama de “Atonement” ha sido su último estreno.

 Ella tiene un futuro promisorio.

Sobre Keira

Enamoró al público desde que trabajo en la película “Quiero ser como Beckham”, y sus cambios de imagen han sido tan comentados como seguidos.

Sus ojos, su cuello de cisne, su sonrisa, su estilizada silueta y su innata elegancia hacen que muchos amantes del cine la comparen con la inolvidable Audrey Hepburn. Pero Keira tiene estilo propio: fresco y sensual.

Desde que saltara a la fama, Keira, en cada una de sus apariciones en público, ha lucido extraordinarios diseños de alta costura que han estado acompañados con maquillajes naturales y sofisticados a partes iguales.