Kerry avanza nominación presidencial

Kerry avanza nominación presidencial

WASHINGTON (AFP).- Con sus nuevas victorias en tres Estados -Ohio, Idaho y Hawai- el senador John Kerry continúa su vertiginosa carrera para obtener la candidatura demócrata en las elecciones del 2 de noviembre, mientras el Partido Republicano pone en marcha su maquinaria electoral en apoyo de la candidatura del presidente George W. Bush.

Kerry, de 60 años, agregó a su palmarés esas victorias, superando ampliamente a su principal rival demócrata, el senador de Carolina del Norte, John Edwards.

El senador de Massachusetts tiene en su haber 18 de 20 Estados consultados desde el inicio de la maratón electoral, cuya próxima etapa es el «Super Martes», el 2 de marzo, durante el cual diez Estados emitirán su voto – incluidos Nueva York y California.

Ante la cercanía de esta fecha, los candidatos despliegan todos sus esfuerzos para sacar ventaja e intensifican al mismo tiempo sus críticas contra el presidente Bush, quien tampoco se quedó atrás.

Con 100 millones de dólares en sus arcas, los republicanos se aprestan a relanzar simultáneamente una enorme operación para atraer electores en 17 Estados y dejar a Kerry fuera de juego.

«No tan rápido, George W. Bush», reclamó por su parte Edwards, durante una reunión electoral en Georgia (sur). «No es usted quien designa el candidato demócrata», dijo en un intento de demostrar que sigue en carrera. Para Edwards, de 50 años, el «Super Martes» es considerado como la prueba final para vencer a su rival de Massachusetts.

Los republicanos han mostrado un poco de cómo se perfila su campaña con el primer discurso electoral pronunciado la noche del lunes por su candidato presidente, que estuvo salpicado de menciones cáusticas contra Kerry, pintado como un senador vacilante.

«Un discurso delirante sobre un mundo que no existe para la mayoría de los estadounidenses», respondió Kerry.

El primer anuncio televisado que pone en escena a Bush será difundido el 4 de marzo y traerá «un mensaje positivo centrado en los logros del presidente», según el jefe de campaña de los republicanos, Ken Mehlman.

La intervención el martes del jefe de Estado a favor de una enmienda constitucional para prohibir el matrimonio homosexual fue percibido por los expertos como la voluntad del presidente de dar un nuevo tono a su campaña.

El Washington Post destacó el miércoles que Bush planeaba al principio hacer campaña destacando sus cualidades de «presidente de guerra» y enemigo de los impuestos, pero que cambió de opinión porque esas dos imágenes estaban cada vez más dañadas por las críticas demócratas.

«Bush no tiene otra opción que modificar la orientación de su estrategia al colocar en el centro de su campaña un elemento cultural muy cargado», escribe el editorialista del Post a propósito del tema de los matrimonios homosexuales.

Se trata, estiman los politólogos, de atraer sobre todo la franja más conservadora del electorado, cosa que dio resultado en 2000 cuando se disputaron las elecciones con el demócrata Al Gore.

Pero también es una manera de «desviar la atención» del electorado, afirmó Walter Shapiro, un editorialista del diario USA Today que estima que en las próximas semanas resurgirán temas explosivos y caros para los republicanos, como la prohibición del aborto.

Los votos del martes designaron a un pequeño número de delegados – 23 en Utah, 20 en Hawai y 18 en Idaho- para la convención del partido Demócrata de Boston (26-29 julio) que oficializará la nominación del candidato demócrata a la elección presidencial del 2 de noviembre.

El 2 de marzo, en ocasión del Super Martes, estarán en juego 1.151 delegados, es decir un cuarto de la totalidad de los delegados de la convención y más de la mitad de los 2.162 delegados necesarios para la investidura.

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