Familiares de José Antonio Figuereo Bautista (“Kiko La Quema”), buscado por supuestamente encabezar una organización criminal dedicada al narcotráfico y lavado de activos, denunciaron ser víctimas de abusos y atropellos policiales, y aseguraron no tener conocimiento del paradero de su pariente.

“Hemos sido maltratados. Nosotros no tenemos nada que ver con Kiko, la Policía está acabando con nosotros. No podemos pagar por lo que él hace”, expresó José Antonio Figuereo Bautista, hermano mayor del prófugo.

Señaló al coronel comandante de la Dirección de Investigaciones Criminales (Dicrim) en Cambita Garabito, San Cristóbal, como uno de los principales responsables de las agresiones que él y sus familia ha recibido.

“A mí me estuvieron tres días detenidos y a dos hermanas mías la secuestraron para someterla por lavado de activos, sin esas mujeres tener nada que ver con eso. Es un abuso”, dijo Santos Figuereo.

“El coronel me agarró y lo último que me puso fue un cuchillo en cuello para que le dijera dónde está escondido y no sé nada”, agregó.

Añadió que él sería la última persona que «Kiko La Quema» va a buscar, «porque sabe que lo voy a entregar”.

“Cuando él era menor de edad, yo lo entregué dos veces al fiscal de aquí, acompañado del padre, pero ya él es un viejo de 47 años. Ya se salió de mis manos, no puedo hacerme cargo de sus acciones”, declaró.

De su lado, Cesarin Figuereo Bautista, hermana mayor del supuesto delincuente, dijo estar de acuerdo con que las autoridades hagan su trabajo y lo apresen, sin embargo, pidió respeto y descanso para ella y los demás miembros de la familia que no tienen nada que ver. Además, manifestó que en este punto no le importa si le entregan a su hermano vivo o muerto, porque ella está dispuesta a enterrarlo “para no estar pasando vergüenza”.

“Nosotros que somos serios y de trabajo, que honradamente hemos luchado para sobrevivir, deben dejarnos tranquilos”, suplicó la señora tras los malos tratos y abusos que han recibido por parte de los miembros de la Policía Nacional que se encuentran desplegados en el municipio de Cambita como parte del operativo para la captura de «Kiko la Quema».

A juicio de la fémina, “Kiko La Quema” es la «guayaba podrida» de la familia.

En tanto que Jessica Rodríguez, madre de la hija de “la Quema”, confesó haber sido víctima de abuso por parte de los policías que allanaron su casa, quienes -según afirmó- le introdujeron la cabeza en una funda negra y la intentaron estrangular.

“Ha hecho más que el presidente y nos cuida”

Pese al peligroso perfil presentando por las autoridades y aunque evitan referirse a las acusaciones, residentes en estas zonas describen a José Antonio Figuereo Bautista como una especie de defensor de la comunidad, que “evita atracos y ayuda a los necesitados”, por lo que le piden a las autoridades perdonar su vida.

Incluso, cuestionan el accionar de la Policía Nacional que la noche del lunes se enfrentó a tiros con supuestos miembros de la red liderada por Kiko la Quema, mientras tratan de dar con su paradero.

“Aquí nunca se había visto eso con tantos tiros regoso maten un niño. Aquí hablan de ese hombre, pero ese hombre es bueno, no le hace daño a nadie, ha hecho más que el mismo presidente en este barrio y nos cuida a todos nosotros”, afirma Francisco uno de los residentes en el lugar.

“Como Kiko la Quema aquí no viene otro, ese es el mejor, hace el trabajo que no hacen ellos (los policías). Por favor paren eso, que estamos cansados de esto”, afirmó Ana María Lorenzo.

Algunos critican el accionar de las autoridades y dicen temer que estos operativos terminen en una desagracia, por los constantes tiroteos que se han registrado durante los operativos, intensificados desde el pasado domingo, cuando cayó abatido Yunior Rodríguez Rodríguez alias «Pupi el Sicario», supuesto mano derecha de Kiko.

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