FRANCORCHAMPS (Bélgica) (EFE).- El finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes) logró ayer domingo la victoria en el Gran Premio de Bélgica de Fórmula Uno, por delante del líder del Mundial, el español Fernando Alonso (Renault), y ha aplazado la coronación de éste como campeón del mundo, algo que ahora puede suceder en Brasil dentro de catorce días.

Raikkonen ha sumado en el circuito de Spa Francorchamps el octavo triunfo de su carrera deportiva y el sexto de la presente temporada, con lo que iguala con el español en número de victorias en 2005.

Tras este resultado, Alonso, que llegó a Bélgica con opciones matemáticas de ganar el título, sigue liderando el campeonato, ahora con 111 puntos, 25 más que Raikkonen y cuando faltan sólo tres carreras para que acabe el certamen (Brasil, Japón y China).

Fernando Alonso, que en Spa-Francorchamps necesitaba obtener cuatro puntos más que su rival, ha cedido únicamente dos, con lo que ahora necesita ganar seis puntos en las carreras que faltan. Su objetivo está cada vez más cerca. E incluso, en Brasil, al asturiano le bastaría con ser tercero, haga lo que haga el escandinavo.

Alonso, líder del Mundial desde la segunda carrera del campeonato (Malasia), consiguió acabar en la segunda plaza merced al abandono del autor de la ‘pole position’, el colombiano Juan Pablo Montoya, compañero de Raikkonen, que se quedó fuera de combate a cuatro vueltas del final tras chocar con el brasileño Antonio Pizzonia (Williams-BMW), lo que ha contribuido a trastocar los planes de un equipo que parecía tener garantizado el doblete.

La carrera, disputada sin lluvia, comenzó con una salida limpia en la que los primeros clasificados se mantuvieron en sus posiciones. Alonso trató de superar en la arrancada al italiano Jarno Trulli (Toyota) -que al final no acabó-, pero no lo consiguió, mientras que los McLaren de Montoya y Raikkonen comenzaron poco a poco a poner asfalto de por medio.

En la undécima vuelta se produjo el abandono por accidente del compañero de equipo de Alonso, el italiano Giancarlo Fisichella, que tuvo que salir desde la decimotercera plaza al tener que sustituir el motor de su coche. El transalpino perdió el control de su monoplaza en la rápida variante de ‘Eau Rouge’ y acabó estrellado, sin consecuencias físicas, contra la barrera de neumáticos de protección.

Nada más producirse este incidente casi todos los equipos aprovecharon para hacer su primera parada para repostar y cambiar neumáticos. El canadiense Jacques Villeneuve (Sauber-Petronas), que no se detuvo, y el alemán Ralf Schumacher (Toyota), que lo hizo poco antes del accidente de Fisichella, se encontraron de repente justo tras el líder, Juan Pablo Montoya.

Fernando Alonso, cada vez más cerca de ser el campeón de mundo más joven de la historia, siguió haciendo su carrera, con inteligencia y sin asumir riesgos innecesarios. Sin meterse en problemas, el español siguió su marcha hasta que la primera parada de Villeneuve y un trompo de Ralf Schumacher, que se equivocó de neumáticos pero que no le impidió acabar, le permitieron situarse en la tercera plaza, lejos de los dos McLaren-Mercedes, pero tranquilo dentro de lo que cabe.

Raikkonen alcanzó la cabeza en una brillante maniobra estratégica de su escudería. Ocurrió cuando Montoya se detuvo por segunda vez para repostar. El finlandés lo hizo en la siguiente vuelta con el suficiente tiempo ganado como para regresar a la pista ya como líder de la decimosexta carrera del campeonato.

Y cuando todo apuntaba a un doblete de McLaren llegó el desastre de Juan Pablo Montoya, que se quedó fuera de la carrera a falta de cuatro vueltas para el final a tocarse con el brasileño Antonio Pizzonia. Montoya, que aflojó notablemente el ritmo tras ser superado por su compañero, abrió la puerta de la segunda plaza de par en par para que entrara Fernando Alonso, que hoy ha logrado el podio número 20 (12 en 2005) de su carrera deportiva.

El único momento de zozobra para el español lo generó inexplicablemente el austríaco Christian Klien (Red Bull Racing), a quien no sentó nada bien que Alonso le doblara, y se empeñó durante algunas curvas en poner en apuros la lucha del asturiano por el campeonato. El español le dejó pasar porque no quería arriesgar lo más mínimo en una batalla que sería absurda.

El alemán Michael Schumacher (Ferrari), que hace un año logró en este mismo trazado su séptimo título mundial, llegó a marchar en la quinta plaza, pero después no pudo acabar al recibir el impacto por detrás del japonés Takuma Sato (BAR-Honda). El ‘kaiser’ se bajó del coche muy enfadado con su rival, al que recriminó una acción que no tenía sentido.

Por detrás de Raikkonen y Alonso acabó, en el tercer peldaño del podio, el británico Jenson Button (BAR-Honda), tras superar en los compases finales al brasileño Rubens Barrichello (Ferrari). Ambos pilotos pueden ser compañeros el año que viene, toda vez que el suramericano ya ha firmado con la escudería anglo-japonesa y el inglés está negociando con Williams para cancelar un acuerdo que le permita seguir en donde está.

La próxima cita del Mundial será el Gran Premio de Brasil, que se disputará el 25 de septiembre en el circuito de Interlagos. EFE