Kirchner afirma ante Bush que EU empobrece región

Kirchner afirma ante Bush que EU empobrece región

MAR DEL PLATA, Argentina (AP) _ Con un discurso con el cual pareció identificarse con centenares de manifestantes, el presidente argentino Néstor Kirchner inauguró el viernes la IV Cumbre de las Américas, indicando que Estados Unidos ha provocado miseria en la región.  Kirchner afirmó que Estados Unidos tiene una responsabilidad ineludible en Latinoamérica, tanto como las instituciones financieras internacionales, a las que volvió a criticar por sus políticas que ocasionan desazón y no les lleva a compartir la responsabilidad de los daños ocasionados.

El presidente estadounidense George W. Bush, con quien Kirchner se reunió temprano de forma bilateral, no pareció inmutarse ante los comentarios.

Dirigiéndose al presidente estadounidense el gobernante argentino dijo que «creemos que en el ejercicio responsable de su liderazgo con respecto a la región, debe considerar que los Estados Unidos no sólo provocaron miseria, provocaron caídas de gobiernos elegidos democráticamente”.

Mientras Kirchner hablaba, violentas protestas y descargas de gas lacrimógeno ocurrían a pocos kilómetros de distancia del Auditorio de la Ciudad del Mar del Plata, donde se congregaron además de Kirchner y Bush otros 30 presidentes o jefes de gobierno y dos vicepresidentes.

Pero, los gases lacrimógenos usados por parte de los 8.000 policías movilizados para la seguridad no llegaron a interrumpir la sesión que siguió a la inauguración, como ocurrió en la ciudad canadienses de Quebec, en la III Cumbre en 2001.

Kirchner, el tercer orador de la jornada después del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, habló también de terrorismo, tema de primordial interés para Bush.

«La Argentina considera todos los actos de terrorismo, criminales e injustificables. No hay ninguna razón racial, religioso, ideológica o de cualquier otra naturaleza que pueda justificar el asesinato de civiles inocentes”, dijo Kirchner.

A poca distancia del podio, los presidentes invitados escuchaban atentamente al anfitrión, con algunos aplausos al mencionar temas como las deudas externas de los países latinoamericanos o la necesidad que los acuerdos comerciales que se negocien en la región no sean «caminos de una sola vía” u otorguen beneficios a una sola de las partes.

Estados Unidos, dijo Kirchner, tiene una responsabilidad ineludible en la región.

Mientras Kirchner hablaba, un millar de manifestantes, algunos de ellos con el rostro cubiertos con máscaras, intentó derribar las barreras o vallas metálicas que bloquean los accesos viales a la zona donde están los presidentes, y quemaron la sede de un banco lanzándole cocteles molotov.

Dentro del recinto del auditorio, sin embargo, los presidentes parecieron no enterarse del incidente y tras las palabras de Kirchner, se dirigieron a un hotel cercano para tomarse una foto y empezar su primera sesión de trabajo.

La cumbre centra sus trabajos en el tema de la «creación de trabajo para combatir la pobreza y garantizar la gobernabilidad democrática”, un asunto que parece haber sido desplazado por un impasse sobre si los presidentes incluirán o no una mención en su declaración final sobre el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), una iniciativa estadounidense que convocó la primera cumbre hemisférica en 1994 y que debía entrar en vigencia en enero del 2005.

Pero las negociaciones están estancadas desde diciembre del 2003 y han surgido abiertos opositores como el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, que rechaza cualquier alusión al tema en la llamada «Declaración del Mar del Plata”.

El desacuerdo ha llegado al punto que, temprano, el presidente de México Vicente Fox dijo que los que no quisieran firmar el acuerdo podían quedarse por fuera del convenio y que la controversia generada podría provocar fracturas en la comunidad interamericana.

Temprano en otro sector de la ciudad, miles de manifestantes marcharon gritando consignas contra Bush y el ALCA.

A la cabeza de la marcha estaban amigos cercanos de Chávez y archienemigos de Washington: Ricardo Alarcón, presidente del parlamento cubano, y el diputado Evo Morales, líder cocalero y candidato favorito para a ganar la presidencia de Bolivia en los comicios de diciembre, según las encuestas.

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